La OMSA cumple 100 años: Reflexiones sobre el papel y la evolución de la OMSA desde 1924

25 enero 2024

Estimados/as Delegados/as y amigos/as de la OMSA: 

Estamos reunidos hoy para celebrar un acontecimiento importante en la historia de la OMSA: el centenario de su creación el 25 de enero de 1924. 

Hemos recorrido un largo camino desde el día en que los 28 países fundadores firmaron el acuerdo internacional que marcó el inicio de su existencia. Hagamos una pausa para hacer un balance de los 100 años transcurridos, no con el objetivo de recordar las principales etapas que han forjado la identidad de la Organización, sino para aprender con miras al futuro, al ser la OMSA un actor mayor de la gobernanza sanitaria mundial, un puesto que debe seguir ocupando a largo plazo. 

Además, estoy convencida de que conocer y comprender nuestra historia es esencial a la hora de dejar en claro los principios fundamentales de la Organización en un mundo en constante evolución y así construir el futuro en base a una visión común. 

Al inicio de la aventura, el proyecto no era lo que es hoy y su objetivo consistía en llegar a un acuerdo en torno a una acción coordinada para luchar contra la propagación de las enfermedades animales a través del comercio. 

A lo largo de los años, esta misión histórica se ha ido enriqueciendo y el mandato se ha ampliado con el fin de incluir nuevas actividades y acciones. Por supuesto, nos tomaría demasiado tiempo repasar en detalle un siglo de existencia.

Hoy, me gustaría simplemente recordar algunos de los hitos clave de la historia de la OMSA. De hecho, podemos distinguir cuatro etapas principales en la construcción y el desarrollo de la OMSA. 

La primera etapa comenzó con la creación de la OIE, una Organización centrada en las enfermedades animales. Su mandato se circunscribía a dos objetivos: en primer lugar, publicar la información sanitaria notificada por sus Miembros y, en segundo lugar, elaborar normas destinadas a garantizar un comercio más seguro 

Este mandato, que aún es el eje central de la OMSA, adquirió mayor resonancia en 1995 al ser reconocida formalmente en el Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) de la OMC. De esta manera, la OIE se convirtió en la Organización técnica de referencia en la que la OMC podía basar su arbitraje en caso de litigios comerciales entre países. 

Este reconocimiento también influyó en la política de colaboración de la OIE, que prosiguió la firma de acuerdos de cooperación con numerosas organizaciones. 

Esta experiencia sigue siendo un fundamento esencial para la Organización, ya que la gestión de la información sanitaria y la elaboración de normas son, sin duda, dos ámbitos en los que la OMSA sigue siendo la única organización internacional competente.

En la segunda etapa, se diversificaron los campos de intervención de la Organización, con el desarrollo de normas para los animales acuáticos, la ampliación del ámbito de aplicación al bienestar animal y, por último, la incursión en el sector de la fauna silvestre. 

En cuanto a los animales acuáticos, las primeras normas se publicaron en 1968; varios laboratorios de referencia se añadieron a los ya existentes para las enfermedades de los animales terrestres. Con el correr de los años, nuestro campo de acción se ha ido ampliando considerablemente hasta incluir las enfermedades de moluscos, crustáceos y anfibios. 

Si bien, en la actualidad, contamos con un enfoque estratégico coherente que considera la sanidad de los animales acuáticos de forma holística, es necesario seguir adelante, ya que este sector aún no recibe la atención que merece.  

En cuanto al bienestar animal, nuestro compromiso se remonta a principios de la década del 2000 con la publicación de las primeras normas y el posterior lanzamiento de las estrategias regionales. Es cierto que, en un principio, el enfoque estaba orientado sobre todo a la producción y que, ahora, hemos logrado evolucionar y concentrarnos en el bienestar animal.  

Desde 2017, contamos con una estrategia global estructurada y hemos creado un “Foro Mundial sobre Bienestar Animal” que facilita el diálogo entre los diversos sectores. De esta forma, más allá de la labor normativa, se someten a debate temas más generales, como la contribución del bienestar animal a los Objetivos de Desarrollo Sostenible o la economía del bienestar animal. 

Por último, cabe destacar nuestra compromiso en la sanidad de la fauna silvestre, gracias a un esfuerzo considerable con miras a lograr un impacto significativo. 

En la actualidad, nuestras acciones se estructuran en el Marco para la sanidad de la fauna silvestre. Además de la publicación de varios estudios en esta área; durante la crisis de la COVID-19, se emitieron importantes recomendaciones sobre el comercio y la vigilancia de la fauna silvestre, y las intervenciones de la Organización se mencionan y se toman en consideración en actos organizados por socios como la Convención Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), etc.  

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Pasemos ahora a la tercera etapa de nuestra historia, que marca otro cambio importante en el papel que cumple la Organización. En la década de 2000, complementamos nuestro enfoque basado en enfermedades o en ciertas temáticas a un compromiso más transversal en nombre de los Servicios Veterinarios. 

Se puso en marcha un proyecto maravilloso que todo el mundo conoce hoy en día: 

  • nuestro Proceso PVS;  
  • nuestro programa de hermanamiento entre laboratorios, entre establecimientos de educación veterinaria y entre organismos veterinarios estatutarios;  
  • y las directrices de educación veterinaria. 

Estos programas se han convertido en pilares del mandato de la Organización. 

Desde mi elección, me he esforzado en lograr una Organización más inclusiva. En nombre de los Servicios Veterinarios, me he dedicado a promover una profesión en plena evolución en nombre de todos aquellos profesionales que trabajan a diario por la sanidad animal, a saber, los paraprofesionales de veterinaria y los trabajadores comunitarios de sanidad animal. Hoy en día, trabajamos juntos para fortalecer toda la fuerza laboral.  

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Dediquemos algunas palabras a la cuarta y última etapa que gira en torno a dos ideas esenciales: (1) el refuerzo del enfoque estratégico de la Organización para lograr acciones más coherentes, y (2) el sólido posicionamiento de la Organización como responsable en la intersección de retos mundiales críticos, como el concepto «Una sola salud» y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

Como ya lo he dicho, la participación de la OMSA se define claramente a través de estrategias marco, desglosadas en distintas actividades operativas: bienestar animal, lucha contra la resistencia a los antimicrobianos, sanidad de los animales acuáticos, el ya mencionado Marco para la Sanidad de la Fauna Silvestre, así como estrategias para algunas enfermedades animales prioritarias (fiebre aftosa, peste de pequeños rumiantes, rabia, peste porcina africana e influenza aviar). 

No nos olvidemos de que estas estrategias también pretenden abrir la Organización a colaboraciones sostenibles y operativas, más allá de los límites estrictos de los ámbitos de intervención habituales de los veterinarios. De hecho, estoy convencida de que la OMSA puede, e incluso debe, desempeñar un papel en la resolución de problemas mundiales críticos. 

Por lo tanto, durante mi mandato, he trabajado intensamente con miras a garantizar una fuerte implicación de la OMSA en la Cuatripartita y nuestra presencia en actos de alto nivel, lo que nos ha proporcionado visibilidad política y legitimidad. 

Hemos publicado documentos y declaraciones que sientan nuestra posición en temas como la producción ganadera, el bienestar animal o el uso de promotores de crecimiento. En el futuro, debemos lograr que nuestra voz se oiga cada vez más en los debates de la sociedad. 

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Hoy estamos orgullosos de nuestra historia. ¿Qué lecciones del pasado pueden ayudarnos a construir la Organización del mañana? 

Ante todo, es importante subrayar la importancia de preservar nuestras misiones fundacionales y la credibilidad que confieren a la OMSA. Por lo tanto, 

  • Debemos garantizar la excelencia científica de las normas elaboradas, de ahí la importancia de la evaluación en curso de nuestro sistema científico y de los Textos Fundamentales correspondientes que busca garantizar que están a la altura de las mejores prácticas internacionales; 
  • Además de la excelencia científica, debemos garantizar la pertinencia de las normas, desde el proceso de decisión sobre la elección de los temas a tratar hasta el análisis de las condiciones en las que se aplican gracias a los estudios realizados por el Observatorio; 
  • En cuanto a los datos registrados por el sistema WAHIS, es necesario optimizar su valor añadido y completar dicha información sanitaria con datos socioeconómicos, para fundamentar la toma de decisiones y priorizar mejor las necesidades. 

Señoras y señores, estamos inmersos en un mundo complejo y en constante evolución. Un mundo en el que la preservación de los entornos naturales es motivo de preocupación ante la intensificación de la producción animal; un mundo en el que la movilización de los principales responsables sigue siendo un reto constante. 

Teniendo esto en mente, se impone un refuerzo de la participación de la OMSA, por ejemplo: (1) a través de una mejor identificación de los socios profesionales con los que podemos trabajar en base a proyectos innovadores de asociaciones público-privadas (APP), y (2) un mayor estímulo para  la creación de redes técnicas y científicas y sus actividades. 

Estas acciones ayudarán a la OMSA a transmitir una posición clara sobre temas de actualidad, consciente de la necesidad de considerar la sanidad animal, la economía de la producción animal y la preservación del medio ambiente con una perspectiva de desarrollo sostenible. 

Por último, estoy convencida de que el futuro de la Organización pasa por un mayor impulso de nuestras estrategias regionales. Para ello, es necesaria una acción conjunta de todos, tanto Miembros como socios de la Organización. Espero que la información obtenida durante las misiones PVS nos ayude a identificar mejor sus expectativas y necesidades, permitiendo así un despliegue más eficaz de nuestras estrategias globales a nivel regional y una mayor apropiación de nuestras actividades a nivel nacional. 

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Por último, tras 100 años de existencia, creo que podemos reconocer que la OMSA se ha convertido en: 

  • Una Organización dedicada a todos los aspectos de la sanidad animal, en base a un enfoque holístico. 
  • Una Organización cuya voz se escucha más allá de su entorno habitual gracias a la expresión de opiniones y a asociaciones que combinan objetivos políticos y acciones operativas. 
  • Una Organización con credibilidad, que nos permite prever el ejercicio de una influencia política en los foros internacionales de alto nivel. De esta manera, esperamos que las negociaciones en curso con la OMS sobre el futuro “Tratado sobre pandemias” representen una oportunidad para que la OMSA sea reconocida jurídicamente como una organización responsable de la futura gobernanza sanitaria mundial, como es el caso con el Acuerdo MSF de la OMC. 

Nuestra Organización tiene la fuerza necesaria para iniciar un nuevo capítulo de su historia. Y les doy las gracias por ayudarnos a escribirlo. 

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Dra. Monique ELOIT, Directora general de la OMSA