Avanzando en la salud global: El año de acción de Una sola salud de la OMSA

En un mundo donde la salud de los seres humanos, los animales y el medio ambiente está profundamente interconectada, el enfoque de Una sola salud nunca ha sido más vital. Los desafíos globales de hoy, desde el cambio climático y la pérdida de biodiversidad hasta las enfermedades emergentes y la resistencia a los antimicrobianos, exigen soluciones coordinadas que unan sectores y disciplinas.
Durante el último año, bajo la presidencia de la OMSA en la colaboración cuadripartita sobre Una sola salud, se ha logrado un progreso significativo para fortalecer los sistemas de salud, reforzando el papel crucial de la sanidad animal en la agenda global de salud.
Una presidencia enfocada en la acción
Cuando la OMSA asumió la presidencia de la colaboración cuadripartita en marzo de 2024, se comprometió a impulsar Una sola salud con urgencia renovada. La colaboración cuadripartita, compuesta por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), ha estado abordando los riesgos globales de salud, pero este último año se intensificaron los esfuerzos para proporcionar a los países las orientaciones, herramientas y conocimientos necesarios para traducir los principios de Una sola salud en acciones concretas.
Estableciendo las bases para la acción de Una sola salud
Se introdujo una hoja de ruta estratégica que estableció cuatro prioridades clave:
- Implementar el Plan de Acción Conjunto de Una sola salud (OH JPA)
- Fortalecer el conocimiento científico y la evidencia
- Mejorar el compromiso político y la defensa
- Movilizar inversiones para iniciativas sostenibles de Una sola salud
Construyendo las bases para el progreso de Una sola salud
En el centro de estos esfuerzos estuvo la implementación del Plan de Acción Conjunto de Una sola salud (OH JPA), un marco desarrollado en respuesta a la pandemia de COVID-19, pero que aborda un ámbito más amplio de amenazas sanitarias en la interfaz entre los seres humanos, los animales y el medio ambiente. Con el apoyo de la OMSA, su Guía de Implementación fue traducida a cinco idiomas, lo que facilitó su accesibilidad para los países de todo el mundo. También se ha trabajado para fortalecer los mecanismos de coordinación regional y la cooperación intersectorial. Los talleres regionales y nacionales en Europa, las Islas del Pacífico, Bangladesh, Kosovo, Mongolia y Sudáfrica permitieron a los gobiernos evaluar sus sistemas de salud, identificar brechas y reforzar sus estrategias nacionales.
En Bolivia y Camerún se completaron análisis de situación de Una Salud, mientras que en Bangladesh, Bután, Pakistán, Papúa Nueva Guinea y Sri Lanka se desarrollaron perfiles nacionales de Una sola salud. Estos esfuerzos fomentaron una mayor colaboración entre los sectores de salud humana, animal y ambiental, asegurando que Una sola salud esté integrada en las políticas y estrategias nacionales.
Avanzando en Una sola salud a través de la ciencia y la evidencia
El avance científico en Una sola salud siguió siendo una prioridad. El Panel de Expertos de Alto Nivel sobre Una sola salud (OHHLEP) inició su segundo mandato, con entregables claves, como proporcionar una comprensión más profunda de los factores que facilitan o dificultan la adopción de Una sola salud y mapear los marcos de gobernanza internacional.
Con un panel ampliado que ahora incluye expertos en ciencias sociales, economía y marcos jurídicos, la colaboración cuadripartita está mejor posicionada para ofrecer soluciones globales basadas en evidencia. Además, se introdujeron nuevas herramientas operacionales para mejorar el desarrollo de la fuerza laboral, el monitoreo y la evaluación, asegurando que Una sola salud no sea solo un concepto, sino una estrategia tangible y medible.
Asegurando un compromiso global y financiamiento sostenible
La presidencia de la OMSA también hizo hincapié en elevar Una sola salud en el escenario político global. La colaboración cuadripartita desempeñó un papel clave en la obtención de una declaración política sobre la resistencia a los antimicrobianos en la Asamblea General de las Naciones Unidas y aseguró que Una sola salud fuera reconocida en las declaraciones ministeriales en la Reunión de Salud del G20.
En la COP29, un evento de alto nivel destacó la necesidad de integrar Una sola salud en las políticas climáticas y de salud, reforzando el vínculo entre la sostenibilidad ambiental y la salud global.
Uno de los desafíos más urgentes para Una sola salud ha sido asegurar financiamiento sostenible. En respuesta, la OMSA lideró el desarrollo por parte de la colaboración cuadripartita de la Oferta Conjunta, una iniciativa de inversión dirigida a apoyar la implementación nacional de Una sola salud. Este esfuerzo sentó las bases para compromisos financieros a largo plazo, asegurando que Una sola salud continúe recibiendo los recursos necesarios para impulsar la seguridad sanitaria global.
Un legado duradero para el futuro
Al reflexionar sobre los logros del año, la Directora General de la OMSA, Dra. Emmanuelle Soubeyran, declaró:
“Durante el año pasado, hemos transformado Una sola salud de un principio orientador a una acción tangible en más países, fortaleciendo los sistemas que protegen a los animales, los humanos y el medio ambiente. Este esfuerzo colectivo es crucial para prevenir futuras crisis sanitarias y asegurar un futuro más sostenible.”
A medida que la OMSA se prepara para ceder la presidencia de la colaboración cuadripartita a la FAO, los logros del año pasado se presentan como un testimonio de lo que se puede lograr a través de la acción colectiva. Al fortalecer la conexión entre la salud animal, humana y ambiental, la colaboración cuadripartita ha establecido una base sólida para un futuro más resiliente.
El camino hacia la seguridad sanitaria global continúa con el enfoque de Una sola salud, pero los avances realizados bajo la presidencia de la OMSA dejarán un impacto duradero, moldeando políticas y prácticas que protegerán a las futuras generaciones.