Tuberculosis mamífera
La tuberculosis mamífera es una enfermedad bacteriana crónica de los animales causada por miembros del complejo Mycobacterium tuberculosis, generalmente M. bovis. Dentro de este complejo, las variantes más importantes incluyen M. bovis, M. caprae y M. tuberculosis. Los patógenos asociados con animales domésticos y silvestres incluyen M. bovis, M. caprae, M. microti, M. orygis y M. pinnipedii. Afecta al ganado bovino, ovino y caprino, así como a equinos, porcinos, perros y gatos, además de especies silvestres como jabalíes, ciervos y antílopes.
La tuberculosis mamífera también es una enfermedad zoonótica importante, siendo el ganado bovino la principal fuente de infección para los humanos. La tuberculosis mamífera sigue siendo un problema grave de salud animal y humana en muchos países de bajos ingresos y puede generar importantes pérdidas económicas.
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¿Qué es la tuberculosis mamífera?
La tuberculosis mamífera (TB) es una enfermedad bacteriana crónica de los animales causada por miembros del complejo Mycobacterium tuberculosis, principalmente M. bovis, pero también M. caprae y, en menor medida, M. tuberculosis. Es una enfermedad infecciosa importante en el ganado bovino y afecta a otros animales domésticos, algunas poblaciones de fauna silvestre y, ocasionalmente, a los humanos. Provoca un estado general de enfermedad, neumonía, pérdida de peso y, finalmente, la muerte. Puede tener un impacto considerable en el bienestar del ganado, así como en la salud de los agricultores, veterinarios y carniceros, además de alterar el equilibrio de los ecosistemas.
El nombre “tuberculosis” proviene de los nódulos llamados “tubérculos”, que se forman en los ganglios linfáticos y otros tejidos de los animales y humanos afectados. A pesar de su impacto, la vacunación es limitada debido a su interferencia con la vigilancia y el diagnóstico de la tuberculosis. En consecuencia, el control de la enfermedad se basa principalmente en pruebas de detección, sacrificio de animales infectados y medidas de bioseguridad. La infección en rebaños bovinos ha sido controlada en países de altos ingresos; sin embargo, la eliminación completa de la enfermedad es complicada debido a la persistencia de la infección en animales silvestres, como los tejones europeos en el Reino Unido, los ciervos de cola blanca en algunas partes de los Estados Unidos y las zarigüeyas en Nueva Zelanda.
Mycobacterium bovis se ha aislado en numerosas especies de animales silvestres, incluidos búfalos africanos, búfalos asiáticos domésticos, bisontes, ovejas, cabras, equinos, camellos, cerdos, jabalíes, ciervos, antílopes, perros, zorros, visones, rejones, hurones, ratas, primates, llamas, kudus, elands, tapires, alces, elefantes, sitatungas, orixes, addaxes, rinocerontes, zarigüeyas, ardillas de tierra, nutrias, focas, liebres, lunares, mapaches, coyotes y varios felinos depredadores, como leones, tigres, leopardos y linces.
La tuberculosis mamífera es una enfermedad de notificación obligatoria en la lista de la OMSA y debe ser reportada a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) según lo indicado en su Código Sanitario para los Animales Terrestres.
“La mayoría de los casos de tuberculosis en humanos son causados por la especie bacteriana Mycobacterium tuberculosis. La tuberculosis zoonótica es una forma de TB en las personas causada predominantemente por una especie estrechamente relacionada, M. bovis, que pertenece al complejo M. tuberculosis.”
La exposición humana a cualquier miembro del complejo M. tuberculosis (excepto la cepa de la vacuna BCG) puede resultar en una infección zoonótica.
El Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OMSA y el Manual de Pruebas de Diagnóstico y Vacunas para los Animales Terrestres de la OMSA proporcionan normas técnicas y recomendaciones para gestionar los riesgos sanitarios en humanos y animales asociados con la infección de los animales por un miembro del complejo Mycobacterium tuberculosis, incluyendo M. bovis.
Distribución geográfica
La tuberculosis mamífera se encuentra en todo el mundo, aunque algunos países nunca han detectado la enfermedad y muchos países de altos ingresos han reducido o eliminado la tuberculosis mamífera de su población bovina, manteniendo la enfermedad limitada a una o más zonas. Sin embargo, aún existen focos importantes de infección en la vida silvestre. África y algunas partes de Asia soportan la mayor carga de tuberculosis mamífera, aunque la enfermedad también está presente en Europa y América.
Transmisión y propagación
La enfermedad es contagiosa y puede transmitirse directamente por contacto con animales domésticos y silvestres infectados o indirectamente por la ingestión de material contaminado.
La vía más común de infección dentro de los rebaños bovinos es por inhalación de aerosoles y gotas respiratorias de animales infectados, que son expulsadas de los pulmones a través de la tos. La infección por ingestión de material contaminado también es frecuente, ya que los terneros pueden infectarse al ingerir calostro o leche de vacas infectadas. En menor medida, la infección puede ocurrir por contacto directo con orina, heces, secreciones vaginales y semen infectados.
Los humanos pueden infectarse por las mismas vías que los animales, incluyendo inhalación, ingestión y contacto directo con membranas mucosas o heridas en la piel. El consumo de leche cruda y productos lácteos de vacas infectadas, así como la ingestión de carne contaminada cruda o insuficientemente cocida, representa un gran riesgo de infección, especialmente en comunidades rurales con acceso limitado a la pasteurización. La infección también puede ocurrir por contacto directo con tejidos infectados en granjas, mataderos o carnicerías.
El desarrollo de la enfermedad es lento y puede tardar meses o años en alcanzar la fase fatal. En consecuencia, un animal infectado puede diseminar la bacteria dentro del rebaño antes de la aparición de signos clínicos. Por lo tanto, el movimiento de animales domésticos infectados no detectados es una de las principales vías de propagación de la enfermedad.
Signos clínicos
La tuberculosis mamífera puede presentarse en forma subaguda o crónica, con una tasa variable de progresión en los animales. Un pequeño número de animales puede verse gravemente afectado en pocos meses tras la infección, mientras que en otros pueden pasar varios años antes de desarrollar signos clínicos. Además, la bacteria puede permanecer latente en el hospedador sin causar enfermedad durante largos períodos.
Los signos clínicos más comunes incluyen debilidad, pérdida de apetito y peso, fiebre fluctuante, disnea y tos seca intermitente, signos de neumonía leve, diarrea y ganglios linfáticos agrandados y prominentes.
Diagnóstico
Los signos clínicos de la tuberculosis mamífera no son específicos ni distintivos y, por lo tanto, no permiten a los veterinarios realizar un diagnóstico definitivo basado únicamente en la observación clínica.
La prueba cutánea de tuberculina es el método estándar de diagnóstico de la tuberculosis en animales domésticos vivos. Consiste en inyectar tuberculina mamífera (un extracto proteico purificado derivado de M. bovis) por vía intradérmica y luego medir el grosor de la piel en el sitio de inyección 72 horas después para detectar cualquier hinchazón posterior en el sitio de inyección (un signo de hipersensibilidad retardada asociada a la infección).
También están disponibles, o en desarrollo, pruebas in vitro basadas en sangre que detectan bacterias, anticuerpos o inmunidad mediada por células. La prueba más utilizada es el ensayo de liberación de interferón gamma, que detecta una respuesta inmunitaria celular a la infección por M. bovis. Esta prueba se basa en el principio de que las células sanguíneas bovinas que han estado previamente expuestas a M. bovis a través de una infección producen niveles elevados de interferón gamma tras la incubación in vitro con antígenos de M. bovis.
Actualmente, el diagnóstico definitivo se confirma mediante cultivo bacteriano e identificación en el laboratorio, un proceso que puede tardar ocho semanas o más.
Otros métodos de diagnóstico recomendados, así como los procedimientos para la fabricación y administración de la tuberculina mamífera, se describen en el Manual de Pruebas Diagnósticas y Vacunas para Animales Terrestres de la OMSA.
Riesgo para la salud pública
La forma más común de tuberculosis en humanos es causada por M. tuberculosis. Sin embargo, no es posible diferenciar clínicamente las infecciones causadas por M. tuberculosis de aquellas provocadas por M. bovis, el cual se estima que representa hasta el 10% de los casos de tuberculosis humana en algunos países. El diagnóstico puede complicarse aún más debido a la tendencia de M. bovis a localizarse en tejidos distintos a los pulmones (es decir, infección extrapulmonar) y al hecho de que M. bovis es naturalmente resistente a la pirazinamida, uno de los antimicrobianos comúnmente utilizados para tratar la tuberculosis humana.
El Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OMSA y el Manual de Pruebas Diagnósticas y Vacunas para los Animales Terrestres de la OMSA proporcionan estándares técnicos y recomendaciones para gestionar los riesgos para la salud humana y animal asociados con la infección de animales por miembros del complejo Mycobacterium tuberculosis, incluyendo M. bovis.
Hoja de ruta contra la tuberculosis zoonótic
La tuberculosis humana es una de las principales causas de enfermedad y mortalidad a nivel mundial. Es causada principalmente por M. tuberculosis y se transmite generalmente por contacto cercano e inhalación de aerosoles infectados. La tuberculosis zoonótica es una forma menos común de tuberculosis humana causada por un miembro relacionado del complejo Mycobacterium tuberculosis (M. bovis). La forma zoonótica se transmite principalmente de manera indirecta, a través del consumo de leche, productos lácteos o carne contaminada con material infectado. En regiones donde se aplican consistentemente normas de higiene alimentaria, el riesgo para la población general se ha reducido. Sin embargo, la infección por tuberculosis zoonótica sigue representando un riesgo ocupacional para agricultores, trabajadores de mataderos y carniceros, lo que puede afectar su salud y alterar las cadenas de suministro de carne.
En octubre de 2017, la OMSA, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias (The Union) lanzaron conjuntamente la primera hoja de ruta para abordar la tuberculosis zoonótica. Está basada en un enfoque de “Una sola salud” (One Health), que reconoce la interdependencia de los sectores de salud humana y animal para abordar los principales impactos sanitarios y económicos de esta enfermedad.
Esta hoja de ruta hace un llamado a la acción coordinada de agencias gubernamentales, donantes, instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales y partes interesadas del sector privado a nivel político, financiero y técnico. Define diez prioridades para abordar la tuberculosis zoonótica en humanos y la tuberculosis bovina en animales, organizadas en tres ejes principales:
- Mejorar la base científica y la evidencia disponible
- Reducir la transmisión en la interfaz animal-humano
- Fortalecer los enfoques intersectoriales y la colaboración
Más información
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Hoja de ruta contra la tuberculosis
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Ficha descriptiva de la tuberculosis zoonótica (en inglés)
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Tuberculosis zoonótica en humanos causada por el M. bovis — Un llamado a la acción (The Lancet) (en inglés)
Prevención y control
Los programas nacionales de control y erradicación basados en la detección y el sacrificio de animales infectados han sido implementados con éxito en muchos países y se consideran el enfoque preferido para gestionar la tuberculosis mamífera. Sin embargo, este enfoque no es viable en muchos países con alta prevalencia de la enfermedad, ya que podría requerir el sacrificio de un gran número de bovinos, lo cual puede ser inviable debido a limitaciones de recursos humanos o financieros dentro del programa de sanidad animal, o por razones culturales. Por lo tanto, los países emplean diferentes formas de detección y segregación en las primeras etapas, para luego aplicar métodos de detección y sacrificio en la fase final.
En regiones con alta prevalencia de tuberculosis humana y una estrecha relación con el ganado, los humanos también pueden actuar como hospedadores de mantenimiento para la infección del ganado. Se han reportado casos de transmisión de humanos a animales con M. tuberculosis, M. bovis y M. orygis.
Varios programas de erradicación de la enfermedad han logrado reducir o eliminar la tuberculosis en el ganado mediante un enfoque integral que incluye:
- Inspección postmortem de la carne (búsqueda de tubérculos en los pulmones, ganglios linfáticos, intestinos, hígado, bazo, pleura y peritoneo) para detectar animales y rebaños infectados
- Vigilancia intensiva, incluidas visitas a las explotaciones ganaderas
- Pruebas individuales sistemáticas en bovinos
- Eliminación de animales infectados y en contacto con ellos
- Legislación local adecuada
- Controles eficaces de movimiento de animales
- Identificación individual de animales
- Sistemas efectivos de trazabilidad
La detección de animales infectados evita que la carne contaminada ingrese en la cadena alimentaria y permite a los servicios veterinarios rastrear el rebaño de origen del animal infectado, el cual puede ser sometido a pruebas y eliminado si es necesario.
La pasteurización o el tratamiento térmico de la leche proveniente de animales potencialmente infectados a una temperatura suficiente para eliminar la bacteria ha demostrado ser una medida eficaz para prevenir la propagación de la enfermedad a los humanos.
La prevención también incluye la educación de agricultores y del público sobre los riesgos del consumo de productos animales crudos, la promoción de la pasteurización y la implementación de rigurosas pruebas en productos lácteos y cárnicos. Asimismo, es fundamental capacitar a los trabajadores de mataderos y carniceros sobre los riesgos de la tuberculosis y las prácticas seguras, incluyendo protocolos de higiene y seguridad.
El tratamiento antimicrobiano de animales infectados rara vez se intenta debido a la alta dosis y duración del tratamiento que se requeriría, el alto costo de los medicamentos, la interferencia con el objetivo principal de eliminar la enfermedad y el riesgo potencial de desarrollar resistencia a los antimicrobianos.
Si bien la vacunación se practica en medicina humana, hasta el momento no se ha utilizado como medida preventiva en animales debido a la falta de vacunas seguras y eficaces, y al posible impacto en la vigilancia y diagnóstico de la tuberculosis mamífera, ya que los animales vacunados pueden dar falsos positivos en las pruebas diagnósticas. Actualmente, los investigadores están explorando el desarrollo de nuevas vacunas o mejoras en las vacunas existentes contra la tuberculosis mamífera, así como nuevas pruebas de diagnóstico que permitan diferenciar de manera confiable a los animales vacunados de los infectados.
Para más información sobre la resistencia a los antimicrobianos, contacte con el Departamento de Resistencia a los Antimicrobianos y Productos Veterinarios.
Directrices para el control del complejo Mycobacterium tuberculosis en el ganado
Se encuentran disponibles directrices para los Miembros y las partes interesadas de la industria ganadera con el fin de avanzar en el control de la tuberculosis mamífera, utilizando estrategias distintas o complementarias a la prueba y el sacrificio (T&S) de los animales. Estas estrategias complementan el marco de normas establecido en el Código Sanitario para los Animales Terrestres (Código Terrestre) y el Manual de Pruebas de Diagnóstico y Vacunas para los Animales Terrestres (Manual Terrestre) de la OMSA.
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Directrices, Publicación
Directrices para el control del complejo Mycobacterium tuberculosis en el ganado
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Para comprender cómo pueden utilizarse estas directrices, vea la repetición del seminario web: Más allá de la prueba y el sacrificio – control del complejo Mycobacterium tuberculosis en el ganado.
Para más información sobre las directrices, contacte con el Departamento de Ciencia.
Más información
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Ficha técnica sobre la tuberculosis bovina (CFSPH)
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Ficha técnica sobre la tuberculosis zoonótica (CFSPH)
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Descripción general de la tuberculosis en animales – Condiciones generalizadas – Manual veterinario de Merck