Artículo

PPR: Una amenaza para la resiliencia económica

PPR economic_farmer walking with two white goats

La peste de los pequeños rumiantes (PPR) es una enfermedad viral devastadora y altamente contagiosa que representa una grave amenaza para las ovejas, las cabras y ciertas especies de rumiantes silvestres. Con tasas de morbilidad y mortalidad que pueden alcanzar hasta el 100% en poblaciones no inmunizadas, la PPR causa pérdidas económicas de hasta 2100 millones de dólares estadounidenses al año. Más allá de su impacto económico, socava gravemente los medios de vida, la seguridad alimentaria y la nutrición, especialmente en regiones vulnerables donde las comunidades dependen de los pequeños rumiantes como fuente clave de ingresos y estabilidad. 

Las pérdidas provocadas por la PPR que incluyen la disminución de la productividad, menores ingresos ganaderos, pérdida de animales y oportunidades comerciales, interrupciones en las cadenas de suministro, exclusión de mercados rentables, costos de tratamiento y vacunación, y pérdida de empleos en el sector, afectan directamente a la seguridad alimentaria mundial y aumentan los niveles de pobreza, especialmente en las comunidades rurales. Aproximadamente un tercio del impacto financiero ocurre en África, y una cuarta parte en Asia del Sur. 

La erradicación de la PPR está al alcance

Presente en más de 70 países de África, Asia, Medio Oriente y Europa del Este, la peste de los pequeños rumiantes se ha vuelto endémica en muchas regiones, representando una amenaza seria para los medios de vida de los ganaderos y las economías frágiles. Impulsados por la erradicación de la peste bovina, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) lanzaron en 2015 la Estrategia mundial de control y erradicación de la peste de pequeños rumiantes, con el objetivo de eliminar la enfermedad y mejorar la salud económica de los países más afectados. La estrategia traza un camino claro hacia la erradicación mediante la coordinación regional, el aumento de inversiones en los servicios veterinarios y la aplicación de medidas de control de enfermedades, incluyendo la vigilancia, la bioseguridad y la vacunación cuando sea necesario. 

Controlar la PPR para promover el desarrollo económico 

Los beneficios de erradicar la PPR van mucho más allá de eliminar una enfermedad infecciosa”, afirma la Dra. Paula Menzies, presidenta de la Asociación Veterinaria Internacional de Ovinos y miembro del consejo de la Asociación Internacional de Caprinos. “Sabemos lo que significa para los ganaderos perder sus animales por enfermedad, hambre o conflicto, no solo para la economía, sino también para su estabilidad social.

Por el contrario, los países libres de PPR disfrutan de beneficios económicos directos y oportunidades comerciales en mercados lucrativos. En áreas áridas, semiáridas y de difícil acceso, la erradicación de la PPR y la mejora de la sanidad de los pequeños rumiantes pueden abordar problemas de seguridad, reducir el movimiento ilegal de ganado y gestionar la migración, especialmente en medio de una creciente inestabilidad y los impactos del cambio climático. 

Un ejemplo clave es el Proyecto Regional de Apoyo al Pastoralismo en el Sahel (PRAPS), cofinanciado por los gobiernos y el Banco Mundial, que se centra en el control de la PPR en la región del Sahel (Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania, Níger y Senegal). Entre 2016 y 2022, se distribuyeron 188 millones de dosis de vacuna contra la PPR en la región, incluyendo 32,2 millones de dosis solo en 2022. En Níger, los ingresos de los hogares pastorales y agro-pastorales apoyados por el PRAPS aumentaron en un 24 % entre 2022 y 2025, y en Malí, se registró un aumento del 52 %. El proyecto PRAPS no solo contribuye a la vacunación contra la PPR, sino que también fortalece los servicios de salud animal, las infraestructuras y el sector agrícola, el cual, según el Banco Mundial, es 2 a 3 veces más eficaz para reducir la pobreza que otros sectores. 

Compromiso continuo 

La naturaleza transfronteriza de la enfermedad significa que su erradicación requiere una coordinación sólida y alianzas eficaces entre organizaciones internacionales como la FAO y la OMSA, organizaciones regionales como la Oficina Interafricana de Recursos Animales de la Unión Africana (UA-BIRA)*, y todos los socios involucrados en el Marco Global para el Control Progresivo de las Enfermedades Transfronterizas de los Animales (GF-TADs), tanto a nivel mundial como regional. En los diez años desde el lanzamiento de la estrategia, la OMSA ha mantenido su compromiso con la erradicación de la PPR. Y, mientras ésta continúa afectando a las comunidades, especialmente en África, el Medio Oriente y Asia, donde se encuentra más del 80 % de la población mundial de pequeños rumiantes, hacemos un llamado a nuestros Miembros para que armonicen sus esfuerzos de control y erradicación y movilicen los recursos financieros necesarios para garantizar servicios veterinarios bien equipados. 

La PPR tiene el potencial de convertirse en la segunda enfermedad animal erradicada en la historia, después de la peste bovina. Su erradicación reduciría la pobreza mundial y mejoraría la seguridad alimentaria global, demostrando que la PPR no se trata únicamente de la morbilidad y mortalidad de ovejas y cabras, sino que es una enfermedad que afecta el bienestar de más de 300 millones de familias rurales en todo el mundo que dependen de la cría de pequeños rumiantes. Erradicar la PPR no es un gasto, sino una inversión en un futuro mejor para todos. 


* Otras organizaciones regionales involucradas incluyen : SAARC – South Asia, GCC & AOAD – Oriente Medio, ECO – Central Asia/West Eurasia, RECs en África – IGAD, EAC, ECCAS/CEBERVIRHA, ECOWAS, SADC, UMA/Maghreb region