Controlar la propagación transfronteriza de enfermedades del ganado

A nivel mundial, aproximadamente 330 millones de personas dependen de los pequeños rumiantes (ovejas y cabras) para el desarrollo económico y la seguridad alimentaria. Esto es especialmente cierto en comunidades pobres y marginadas donde la agricultura familiar y la cría de pequeños rumiantes son comunes, a menudo gestionadas por mujeres. Los pequeños rumiantes proporcionan lana y estiércol para los cultivos, además de productos alimenticios y lácteos. También ofrecen a los agricultores una vía hacia la estabilidad financiera, algo especialmente importante para las mujeres, con impactos positivos para toda la familia.
La propagación de la peste de los pequeños rumiantes (PPR) y la fiebre aftosa (FMD), enfermedades virales altamente contagiosas que afectan principalmente a los pequeños rumiantes, así como al ganado vacuno, búfalos y cerdos (en el caso de la FMD), compromete estos beneficios al diezmar las poblaciones de ganado, reducir la producción de leche y carne, y empujar a las comunidades vulnerables hacia una mayor pobreza e inseguridad alimentaria.
PPR erradicada para 2030
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha establecido el objetivo de erradicar la PPR para 2030, guiada por la Estrategia Global para el Control y la Erradicación de la PPR y operativizada a través de la fase actual del Programa Global de Erradicación II & III (también conocido como el “Blueprint”). Esta estrategia no solo se enfoca en controlar y erradicar la PPR, sino también en fortalecer los servicios veterinarios y controlar otras enfermedades prioritarias de los pequeños rumiantes, como la FMD. Destaca la vigilancia de enfermedades, campañas de vacunación específicas, la gestión del movimiento de animales y la adopción de prácticas comerciales seguras.
Expansión geográfica de la transmisión
Cada año, la PPR causa pérdidas estimadas entre 1 200 y 1 700 millones de dólares estadounidenses, mientras que las pérdidas por FMD se estiman entre 6 500 y 21 000 millones de dólares en regiones donde la enfermedad es endémica, y más de 1 500 millones de dólares cuando los brotes ocurren en zonas libres de FMD. África, Asia y Oriente Medio albergan más del 80 % de la población mundial de pequeños rumiantes y son las regiones más afectadas por la PPR y la FMD. Sin embargo, como muestran los datos del Sistema Mundial de Información sobre Sanidad Animal (WAHIS), en los últimos años se han observado incursiones en nuevas áreas, incluida Europa.
Aunque la primera detección de PPR en Europa se informó en la región de Tracia en Turquía en el año 2000, el virus no se volvió a detectar en la región hasta un brote en Georgia en 2016. Desde entonces, el movimiento de animales, tanto legal como ilegal, ha sido un factor clave en la propagación de la enfermedad dentro y entre países europeos, así como a nivel mundial. Tras el brote de 2016, el virus reapareció en Georgia a principios de 2024 y se ha informado de su presencia en Bulgaria en 2018 y 2024, Grecia en 2024, Rumanía en 2024 y 2025, y Hungría en 2025.

La fiebre aftosa tiene una larga historia, que se remonta al siglo XVI. Todas las regiones han sido afectadas por la enfermedad en algún momento, pero para la década de 1990, la mayoría de los países de la Unión Europea habían logrado el estatus de libres de FMD. En 2001, el Reino Unido reportó una reaparición de la enfermedad, que volvió a resurgir en 2007. Rusia reportó la enfermedad en 2005, con rebrotes que terminaron en 2022, y Bulgaria informó un brote en 2011. Alemania y Hungría han informado brotes de FMD en 2025.

Estos brotes recientes resaltan los desafíos continuos que deben abordarse para controlar y erradicar completamente tanto la PPR como la FMD. La ruptura de prácticas comerciales seguras y el movimiento no regulado de animales han desempeñado un papel importante en la propagación de enfermedades del ganado. Sin embargo, su detección temprana puede considerarse un ejemplo del aumento de las actividades de vigilancia. Al igual que con otras enfermedades, la vigilancia, la recopilación de datos y la notificación oportuna son clave para prevenir y gestionar su propagación.
Gestión de la propagación de enfermedades del ganado
El brote de PPR en Hungría en 2025 marcó la primera aparición de la enfermedad en el país, representando un gran salto geográfico del virus, que suele estar asociado con la migración o el comercio de animales. Como resultado, el estatus de Hungría como país libre de PPR ha sido suspendido. De manera similar, los brotes de FMD en Alemania y Hungría en 2025 llevaron a la suspensión de sus estatus de libres de FMD. Una vez detectados los virus en estos países, se implementaron estrictas medidas de control y bioseguridad para evitar una mayor transmisión de las enfermedades. Alemania recuperó su estatus de libre de FMD, con excepción de las zonas contaminadas, el 12 de marzo de 2025.
El control efectivo de la PPR también requiere un monitoreo continuo de los patrones de la enfermedad para identificar poblaciones animales de alto riesgo y zonas de transmisión, así como estrategias de intervención específicas. Los países de la región africana están invirtiendo fuertemente en programas de vigilancia y vacunación para proteger los medios de vida y la seguridad alimentaria. En febrero de 2025, se lanzó oficialmente en Adís Abeba, Etiopía, el Programa Panafricano para la Erradicación de la PPR y el Control de Otras Enfermedades Prioritarias de los Pequeños Rumiantes, con una inversión de 528 millones de euros en la prevención de la PPR. Este programa también reconoce la importancia de combatir otras enfermedades prioritarias de los pequeños rumiantes y el papel crítico de los servicios veterinarios en la erradicación de la PPR. Además, enfatiza que los esfuerzos de gestión de enfermedades deben incluir el fortalecimiento de los servicios veterinarios en los países afectados y en los países fronterizos para mejorar las capacidades de prevención y respuesta.
Fortalecimiento de la prevención de enfermedades del ganado
La PPR y la FMD son enfermedades transfronterizas que no conocen límites políticos ni geográficos, por lo que los saltos geográficos significativos no están restringidos a África, Asia, Europa u Oriente Medio. Los países que nunca han reportado PPR o FMD son alentados a solicitar el estatus oficial de libres de estas enfermedades a través de la OMSA, siguiendo directrices estrictas sobre vigilancia, prevención y servicios veterinarios. También se recomienda a los países consultar y adherirse a las recomendaciones para el comercio seguro de productos pertinentes en el Código Sanitario para los Animales Terrestres, en particular los capítulos específicos sobre enfermedades (Capítulo 8.8. para FMD y Capítulo 14.7. para PPR).
La combinación de cooperación interregional e internacional, inversión en servicios veterinarios y gestión del movimiento de animales es clave para detener la propagación de enfermedades del ganado y garantizar el desarrollo económico y la seguridad alimentaria.
Más información
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Primera detección de la peste de pequeños rumiantes (PPR) en Grecia y Rumanía
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Peste de los pequeños rumiantes
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Global Strategy for the Control and Eradication of PPR (en inglés)
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Peste de los pequeños rumiantes Global Eradication Programme II; III: Overview of the plan of action