Las enfermedades transmitidas por vectores están en vías de convertirse en una importante amenaza para la salud humana y la sanidad animal. En los últimos años, se ha observado un preocupante aumento de su prevalencia y propagación. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) destacó este tema en su último informe presentado en el marco de su 91.ª Sesión General denominado «Situación de la sanidad animal en el mundo», que abarca 2023 y principios de 2024. Este análisis aporta elementos adicionales vinculados con la intrincada relación entre el cambio climático y la dinámica de las enfermedades transmitidas por vectores, subrayando la urgente necesidad de contar con medidas eficaces de vigilancia y control. 

El impacto del cambio climático en las enfermedades transmitidas por vectores

Estas enfermedades que son transmitidas por vectores como mosquitos, garrapatas y moscas, prosperan en determinadas condiciones medioambientales. Si bien las condiciones climáticas de las regiones tropicales las hacen especialmente vulnerables a estas enfermedades, el cambio climático está remodelando este paisaje, alterando la densidad de los vectores, sus periodos de actividad y su distribución geográfica. Estas alteraciones facilitan la expansión de las enfermedades transmitidas por vectores a nuevas zonas, lo que supone riesgos significativos para regiones que antes no estaban afectadas. 

El informe de la OMSA sobre la «Situación de la sanidad animal en el mundo» subraya la complejidad de esta cuestión, señalando que tanto las vías biológicas como las que no lo son influyen en la transmisión de estas enfermedades. Existen pruebas claras de que el cambio climático constituye un factor determinante en la propagación de estas enfermedades. Los datos de observación lo confirman, mostrando una tendencia creciente en las latitudes máximas en las que se registran las enfermedades transmitidas por vectores, reflejando estrechamente las anomalías de la temperatura global.

Revelar las tendencias emergentes 

Los datos comunicados a través del sistema de alerta precoz del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS) entre 2023 y principios de 2024 (al 11 de marzo de 2024) revelan que las enfermedades transmitidas por vectores fueron responsables de un total de 2 422 brotes en 28 países y territorios, en el contexto de eventos epidemiológicos excepcionales. Principalmente, estos eventos incluyen primeras apariciones, reapariciones y nuevas cepas. En particular, la región de las Américas experimentó un gran brote de encefalomielitis equina occidental (1 461 brotes), mientras que Europa notificó 697 brotes de diversas enfermedades transmitidas por vectores. 

De las 90 enfermedades de los animales terrestres que figuran actualmente en la lista de la OMSA, casi un tercio son enfermedades transmitidas por vectores (en su totalidad o para las que los vectores desempeñan un papel importante) y algunas demostraron una evolución significativa en 2023 y a principios de 2024. En el contexto de eventos excepcionales, la infección por el virus de la fiebre del Nilo Occidental, el virus de la lengua azul, el virus de la dermatosis nodular contagiosa y el virus de la encefalomielitis equina occidental fueron los casos más notificados en 2023 y a principios de 2024. La infección por el virus de la dermatosis nodular contagiosa, cuyos eventos excepcionales predominaron en Asia, representó 144 brotes, lo que la convierte en la enfermedad veterinaria más notificada fuera de Europa y las Américas mediante el sistema de alerta precoz. Cabe destacar que el 99 % de estos brotes de enfermedades transmitidas por vectores en 2023 y a principios de 2024 se detectaron en regiones templadas, lo que indica un cambio preocupante en su distribución geográfica. 

Monitorear la expansión de enfermedades transmitidas por vectores

Estos desafíos no son recientes y datan de varios años atrás. Ya en 2022, a modo de respuesta, la OMSA había lanzado el proyecto PROVNA, destinado a mejorar la vigilancia de la enfermedades transmitidas por vectores en el norte de África. Esta iniciativa tiene como misión definir las «ecorregiones» dentro del área de estudio, identificar las zonas vulnerables y desarrollar un prototipo de aplicación capaz de predecir los cambios climáticos y medioambientales. 

Uno de los casos destacados presentes en el informe es la reciente propagación de la infección por el virus de la enfermedad hemorrágica epizoótica. Tradicionalmente confinada a regiones como América del Norte y algunas partes de Asia, desde 2006, esta enfermedad ha ampliado su área de distribución de forma significativa, con nuevos informes provenientes de países de la zona mediterránea y de Europa. Esta propagación es un claro ejemplo de la expansión de las enfermedades transmitidas por vectores impulsada por los cambios, tanto climáticos como medioambientales. 

Actuar en favor de la salud mundial

El informe de la OMSA presenta un cuadro elocuente de la amenaza creciente que suponen las enfermedades transmitidas por vectores en el contexto del cambio climático. En el marco de su centenario, la OMSA reitera la necesidad de contar con sistemas de vigilancia sólidos, fomentar la colaboración internacional e implementar estrategias de adaptación capaces de gestionar este desafío en constante evolución. A medida que el cambio climático aumenta su influencia en la propagación y el impacto de las enfermedades transmitidas por vectores, la comunidad mundial deberá responder con urgencia e innovación para salvaguardar tanto la salud humana como la sanidad animal. Porque la sanidad animal es nuestra salud. Es la salud de todos. 

Para acceder a información más detallada sobre la situación, consulte el informe completo

Entrevista – mayo 2023

Gracias a la implementación exitosa de medidas de control efectivas, la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) ha pasado de ser una emergencia de salud pública de preocupación internacional a una enfermedad con un alcance e impacto sanitario limitados. Una norma revisada sobre la enfermedad, que fue distribuida por primera vez en 2019, ha sido adoptada por la Asamblea Mundial de Delegados durante la 90ª Sesión General de la OMSA.  

Con actualizaciones que incluyen los criterios para determinar el riesgo de enfermedad junto con recomendaciones sobre la vigilancia de la enfermedad y el comercio seguro, el nuevo texto adoptado representa un logro significativo. Refleja el trabajo de la Organización a la hora de abordar cuestiones complejas, crear consenso entre los Miembros y encontrar soluciones actualizadas y con base científica que sean beneficiosas tanto para la sanidad animal como para la salud humana. 

La revisión de la norma fue impulsada por las Comisiones Especializadas de la OMSA. Hemos entrevistado al Dr. Cristóbal Zepeda, Presidente de la Comisión Científica para las Enfermedades Animales, y al Dr. Etienne Bonbon, Presidente de la Comisión de Normas Sanitarias para los Animales Terrestres.  

BSE Standard
Dr Cristóbal Zepeda, Dr Etienne Bonbon

¿Cuál es el impacto de la EEB en la actualidad?

Cristóbal Zepeda: En el comienzo de la epidemia de EEB, a finales de los 80 y principios de los 90, la mayoría de los casos se detectaron en unos pocos países, sobre todo en Europa. Hoy en día, la incidencia de la EEB se ha reducido casi a cero, ya que la mayoría de los países han aplicado medidas para evitar el reciclaje de materiales específicos de riesgo (MER).

Etienne Bonbon: En el pasado, la incertidumbre en torno a la epidemiología de la EEB justificaba que se tomaran importantes medidas de precaución para tratar la enfermedad. Hoy en día, su incidencia casi nula en el mundo minimiza el riesgo de enfermedad y exige otro nivel de precaución para afrontar un escenario novedoso.

¿Por qué se revisó la norma sobre EEB?

C.Z.: La norma sobre la EEB se actualizó para adaptarla a los conocimientos científicos actuales y a un contexto epidemiológico en evolución. Se propusieron varios cambios. El primero se refiere a la necesidad de una evaluación completa del riesgo de enfermedad, incluidas las evaluaciones de entrada y exposición, para determinar la situación de riesgo de un país o una zona. El segundo permite una vigilancia simplificada para ajustarse mejor a la realidad sobre el terreno, garantizando al mismo tiempo que los países establezcan unos requisitos sanitarios mínimos. De hecho, el costo de la implementación de un sistema de vigilancia basado en puntos es considerable y algunos países con pequeñas cabañas ganaderas sencillamente no pueden cumplir tales requisitos. Hemos elaborado directrices para ayudar a los países en la transición a este nuevo sistema. El último cambio importante es la supresión de la EEB atípica de la lista de enfermedades que requieren una notificación obligatoria a la OMSA. La EEB atípica se produce espontáneamente en las poblaciones bovinas en una proporción muy baja. Además, la única prueba de reciclado potencial de materiales específicos de riesgo se encontró en condiciones experimentales que sería extremadamente improbable que se reprodujeran en condiciones de campo.  

E.B.: Al hablar de los cambios introducidos por la norma revisada sobre la EEB, es importante señalar que la EEB atípica se ha suprimido de la lista también porque se ha comprobado que se trata de una enfermedad muy rara y esporádica, sin repercusiones significativas en la sanidad animal o salud pública.

Forma clásica versus forma atípica de EEB

Se debe hacer una distinción entre estas dos formas (o cepas):

La forma clásica de EEB aparece debido al consumo de piensos contaminados. Si bien en los años noventa se la consideró como como una amenaza significativa, su aparición se ha reducido sustancialmente durante los últimos años como resultado de la exitosa implementación de medidas de control eficaces y, actualmente, se considera que su prevalencia es extremadamente baja (cerca de 0 casos).

La forma atípica de EEB se refiere a la aparición de formas naturales y esporádicas que se cree aparecen en todas las poblaciones bovinas en una tasa muy baja y que sólo se han identificado en los animales más viejos, cuando se lleva a cabo una vigilancia intensiva. A inicios de la década de los 2000, se identificaron priones atípicos causantes de la forma atípica de EEB, resultado de una vigilancia reforzada de las encefalopatías espongiformes transmisibles. El número de casos de la forma atípica de EEB es insignificante. Pese a que hasta hoy se carece de pruebas que indiquen que la forma atípica de la enfermedad pueda ser transmisible, no se ha excluido el reciclaje del agente de esta forma de EEB y por lo tanto, por precaución, se recomienda la implementación de medidas para reducir el riesgo de exposición en la cadena alimentaria. Para más información, consulte WAHIS.

¿Cuáles fueron los desafíos en el proceso?

C.Z.: La OMSA tiene un procedimiento para el reconocimiento oficial del estatus de riesgo de EEB. En el contexto de la revisión de esta norma, tuvimos que asegurarnos de que los Miembros que ya tenían un estatus oficial de riesgo de EEB siguieran cumpliendo la norma revisada sobre EEB. Esto implicó un trabajo importante para evaluar retrospectivamente los expedientes presentados por estos Miembros, en particular los que fueron reconocidos sobre la base de una evaluación de entrada insignificante y no de una evaluación de exposición insignificante. 

E.B.: La OMSA se esfuerza por encontrar un consenso entre sus Miembros. El logro alcanzado con la norma sobre la EEB es el resultado de un proceso en varias etapas que implicó muchos debates entre expertos, consultas con los Miembros e incluso un primer debate con la asamblea el año pasado. El proceso muestra cómo funcionan los distintos órganos de gobierno de la Organización, y destaca también el papel de las Comisiones Especializadas en el proceso. Estas comisiones desempeñan un papel clave para garantizar que las normas sean científicamente sólidas, y para construir un entendimiento común a través de la consulta con los Miembros.  

¿Influirá la nueva norma sobre la EEB en el nivel de vigilancia de la enfermedad?

C.Z.: Las normas internacionales de la OMSA relativas a la vigilancia de las enfermedades animales -incluida la EEB- son cruciales para determinar la ausencia, presencia y distribución de las enfermedades animales y los riesgos asociados, así como para detectar lo antes posible las enfermedades emergentes. En el contexto epidemiológico actual de esta enfermedad, existía una necesidad creciente entre los Miembros de que se modificara la norma.   

E.B.: La simplificación justificada y la reducción de costos en los métodos de vigilancia no supondrán una disminución de su eficacia. Al contrario, este sistema más flexible basado en la exploración clínica sobre el terreno refleja la información científica actual y responde a una diversidad de necesidades en los distintos países.

¿Cuál será el impacto de esta nueva norma en el comercio internacional?

C.Z.: Los cambios en los requisitos de vigilancia supondrán un incentivo para que los países que no han obtenido un estatus oficial de riesgo lo soliciten. Al eliminar la EEB atípica de la lista de enfermedades, los países no impondrán restricciones comerciales injustificadas.

E.B.: Con la adopción de la norma revisada, los beneficios serán muy superiores a cualquier riesgo de introducción o aparición de enfermedades. Si se aplica bien, se facilitará el acceso al comercio, lo que acelerará el desarrollo económico y mejorará la seguridad alimentaria, al mismo tiempo que continuará disminuyendo la probabilidad de nuevos casos de EEB.

La entrevista ha sido editada y condensada para mayor claridad y extensión. 

Desarrolladas junto con los Miembros y los expertos de la industria equina, se actualizaron tres normas para luchar contra las amenazas que representan las enfermedades y responder a las necesidades prácticas de las competiciones hípicas internacionales. 

Los caballos de deporte y competición son viajeros estacionales y se desplazan de una competición a otra por todo el planeta. Sin embargo, cuando están en tránsito, pueden quedarse bloqueados en las fronteras. Las normas internacionales tienen como meta proteger la sanidad de esta categoría de caballos y también la sanidad de la población equina del país que los recibe frente a la posible transmisión de enfermedades a través de las fronteras. A veces, los controles fronterizos impiden que los caballos de deporte lleguen a tiempo a sus competiciones. Los veterinarios y los agentes de aduanas tratan de encontrar una solución que se ajuste a las situaciones, que respete las normas orientadas a reducir el riesgo de enfermedad y que tenga en cuenta los requerimientos prácticos inherentes a los deportes ecuestres internacionales. 

Aprovechando esta oportunidad de brindar asistencia a los Miembros, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) se asoció con la industria equina en búsqueda de nuevas soluciones para garantizar la seguridad y el desplazamiento seguro de los caballos de deporte con fines de competición. Desde 2017, la OMSA colabora con la Confederación Internacional de Deportes Hípicos (IHSC) en el marco de una asociación público-privada (APP). Tanto la OMSA como la IHSC comparten objetivos claros destinados a mejorar la sanidad y el bienestar de los caballos. Se trata de mitigar el riesgo de propagación mundial de enfermedades infecciosas equinas y minimizar las restricciones de desplazamiento de los caballos de competición. La colaboración ha permitido progresos significativos y muchas de las acciones han llevado a la actualización de tres normas zoosanitarias: las relativas a la gripe equina, la metritis contagiosa equina y la piroplasmosis equina, presentadas para su adopción en la 90.ª Sesión General de la OMSA. 

Las normas internacionales de la OMSA están basadas en la ciencia, y la industria equina aceptó contribuir con recursos para mejorar la calidad general y la precisión de las normas relacionadas con los caballos, lo que incluye la financiación de investigaciones científicas sobre enfermedades equinas de interés para el comercio internacional. En el marco de esta asociación, se financió un estudio en el que un laboratorio de referencia de la OMSA realizó una evaluación sobre los protocolos de vacunación contra la gripe equina para caballos antes de los viajes internacionales. El sector equino cuenta con numerosos esquemas de vacunación contra este virus y esta evaluación buscó armonizar los esquemas actuales en materia de gripe equina en base a evidencia científica. De esta forma, se garantiza la protección de los caballos transportados y se evitan esperas injustificadas en el lugar de destino. Durante el estudio, el espíritu de colaboración llegó incluso al ámbito local. Veterinarios equinos del sector privado recopilaron y enviaron las muestras necesarias para la investigación y colaboraron con el laboratorio público de investigación. Gracias a los resultados alcanzados en las normas sobre la gripe equina, se actualizó el protocolo de vacunación para el desplazamiento internacional de caballos. 

Además, el sector equino privado se benefició globalmente con esta asociación, ya que la Organización aportó su experiencia como autoridad internacional en sanidad animal para desarrollar conjuntamente con la IHSC herramientas que se ajusten a las necesidades prácticas de los deportes ecuestres. A través de reuniones de expertos en enfermedades animales y en deportes ecuestres, la IHSC y la OMSA desarrollaron dos herramientas para facilitar los desplazamientos internacionales de caballos de competición a partir de los conceptos de zonificación y compartimentación. La primera, relativa a los caballos de excelente estado sanitario y alto rendimiento, armoniza los requisitos de importación y simplifica el proceso de certificación para los desplazamientos temporales de caballos. La segunda herramienta está constituida por directrices para ayudar a los Miembros a establecer zonas libres de enfermedades equinas (ZLEE). Se trata de un concepto basado en el riesgo que los Miembros pueden implementar al planificar una competición deportiva ecuestre internacional. Por medio del establecimiento de una ZLEE, se previenen los riesgos de enfermedad en la zona y los caballos entran y salen de la misma de forma segura manteniendo intacto su estatus sanitario. Esto reduce la carga de los viajes internacionales de caballos tanto para los agentes de aduanas como para el personal veterinario. 

Asimismo, la APP abordó la problemática del desplazamiento temporal de caballos a nivel regional. Entre 2017 y 2019, se celebraron varias reuniones conjuntas OMSA-IHSC, en las que participaron sectores interesados como autoridades veterinarias y aduaneras, representantes del sector privado veterinario y de la industria equina. Los expertos debatieron en torno a los obstáculos existentes a la entrada y la salida de caballos de competición en las fronteras y a la posibilidad de crear planes de acción orientados a superar los desafíos específicos de sus regiones y contextos nacionales. El conjunto de estas acciones condujo a la actualización de otras normas, como las de la metritis contagiosa equina y las de la piroplasmosis equina. 

Sin embargo, esta APP arrojó muchos más beneficios. Los talleres realizados también sirvieron para crear redes entre las funciones públicas y privadas a nivel regional, lo que condujo a nuevas colaboraciones destinadas a ayudar a resolver futuros retos regionales. En 2020, por primera vez, Tailandia notificó al Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS) un brote de peste equina africana en el Sudeste Asiático. Como respuesta rápida, la OMSA y la IHSC brindaron un apoyo específico mediante la elaboración de soportes de comunicación específicos y la producción de una serie de seminarios web. Conjuntamente, la APP creó y reforzó las capacidades de los veterinarios y de la industria equina local, con el fin de tratar de controlar y erradicar la enfermedad. Además, durante el brote, la OMSA y la IHSC colaboraron para mejorar las capacidades de los laboratorios de la región promoviendo y financiando pruebas de aptitud para que los distintos laboratorios respetasen la normativa y que el personal y los equipos pudiesen tratar y analizar correctamente las muestras. Desde el brote, y debido en parte a la fructífera colaboración entre la industria equina, el sector de la salud pública veterinaria y Tailandia, el país recuperó su estatus oficial libre de peste equina desde marzo de 2022. 

La APP entre la OMSA y la IHSC aportó diversos resultados positivos, tanto para las autoridades veterinarias como para los Miembros y el sector equino privado a escala nacional. Los resultados son indiscutibles cuando diferentes sectores colaboran con el objetivo común de mejorar la sanidad animal en todo el mundo. La OMSA confía en estas asociaciones, sabiendo que sus actividades no pueden funcionar y evolucionar sin el intercambio continuo de información y recursos. Gracias a la ciencia, la OMSA y sus socios actualizan las normas internacionales con vistas a garantizar que los caballos de competición viajen sanos y salvos, y que los controles fronterizos sean mejores, eficientes y logren aplicar enfoques basados en la ciencia. Este modelo nos motiva para futuras colaboraciones que permitirán a la OMSA estrechar lazos con el sector privado en múltiples desafíos relacionados con la sanidad y el bienestar de los animales. La sanidad animal no debe ser una preocupación exclusiva de un solo sector y, juntos, podemos garantizar un futuro más sano para todos. 

Las vacunas veterinarias, cuando se utilizan junto con otras medidas sanitarias, han demostrado ser herramientas poderosas en la prevención, el control e incluso la eliminación de enfermedades animales. La PPR y la rabia transmitida por perros han sido el centro de los esfuerzos de vacunación en todo el mundo. Aunque la mayoría de los países afectados implementan la vacunación oficial para controlar estas enfermedades, persisten problemas como el uso inadecuado y la mala calidad de las vacunas. El Informe sobre la situación zoosanitaria mundial, presentado en la 90ª Sesión General de la OMSA, describe la situación actual y ofrece un análisis de estas tendencias, basado en los informes de vacunación oficial de los Miembros.  

Implementación de la vacunación contra la PPR en zonas de pastoreo remotas  

La PPR es una enfermedad viral del ganado que puede diezmar rebaños enteros de ovejas y cabras. En la actualidad, sigue amenazando al 80% de la población ovina y caprina mundial. Como consecuencia, pone en peligro los medios de sustento y la seguridad alimentaria de unos 300 millones de familias rurales de todo el mundo que dependen de la producción de pequeños rumiantes. Erradicar la PPR mediante la vacunación y otras medidas adecuadas no sólo garantizaría la sanidad y el bienestar de los animales, sino que también mejoraría las condiciones de vida de los ganaderos, muchos de los cuales son mujeres.   

Entre 2005 y 2022, una media anual del 70% de los Miembros afectados por la PPR declararon haber vacunado oficialmente contra la enfermedad. Durante el mismo periodo, se observó una tendencia estable con un pico en 2015 (82% de los Miembros afectados).   

A través del proyecto PRAPS (Proyecto Regional del Sahel de Apoyo al Pastoralismo), seis países de la región del Sahel, incluidos Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania, Níger y Senegal, han participado en una ambiciosa iniciativa para controlar la PPR en la región. Se han observado logros notables en la vacunación contra la PPR. Entre 2016 y 2022, se distribuyó la asombrosa cifra de 188 millones de dosis de vacuna contra la PPR a los países del PRAPS y, solo en 2022, se entregaron 32,2 millones de dosis. El uso del banco de vacunas contra la PPR de la OMSA ha sido fundamental para apoyar el suministro de grandes cantidades de vacunas de calidad. 

Aunque se han realizado avances significativos en la vacunación contra la PPR en la región del Sahel, aún quedan varios retos por delante. Identificar a los pequeños rumiantes, garantizar la eficacia de las vacunaciones, mantener el control de calidad de las vacunas y hacer frente a las limitaciones de recursos humanos, incluida la escasez de formación y personal, suponen importantes obstáculos para controlar plenamente la propagación de la PPR y alcanzar los objetivos de control a largo plazo en la región del Sahel. Las lecciones aprendidas se tendrán en cuenta en las siguientes fases del proyecto.  

Si afrontamos estos retos, podremos luchar por la erradicación mundial de la PPR, garantizando la protección de las poblaciones de pequeños rumiantes, los medios de sustento de los ganaderos y el futuro del pastoreo.    

Combatir la rabia en su fuente animal  

Además de las enfermedades del ganado, las zoonosis también están en el radar de las campañas de vacunación. La rabia, una enfermedad con una tasa de letalidad de casi el 100% tanto en humanos como en animales, sigue representando una amenaza mundial, cobrándose la vida de aproximadamente 59.000 personas cada año. Dado que los perros son los principales portadores de esta devastadora enfermedad zoonótica, el control eficaz y la eliminación de la rabia exigen abordar su fuente en los animales. Por ello, la rabia transmitida por perros ha sido uno de los principales objetivos de las campañas de vacunación. De 2005 a 2022, una media del 78% de los Miembros de la OMSA afectados por la rabia notificaron la vacunación oficial de los perros contra la rabia. Sin embargo, se ha producido un descenso gradual en el porcentaje de países que implementan medidas de control de la rabia, pasando del 85% al 62% durante ese periodo.  

La rabia_vacunas veterinarias

Para apoyar el objetivo de cero muertes humanas por rabia transmitida por perros y hacer un seguimiento del uso de vacunas veterinarias, el Foro Unidos contra la Rabia, auspiciado por la OMSA en nombre de la Tripartita, ha elaborado un documento exhaustivo titulado «Minimos elementos de datos», que sirve como recurso vital para supervisar los avances hacia el ambicioso Plan Estratégico Mundial Cero para el 30. Este documento ofrece, en particular, datos esenciales que los países deben recopilar y presentar diligentemente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a la OMSA. Mediante la armonización de las prácticas en materia de datos, los países pueden contribuir eficazmente a la lucha mundial contra la rabia y hacer un seguimiento de los avances en la cobertura de vacunación. 

Impulsar las tendencias de vacunación para controlar mejor las enfermedades animales  

La OMSA ha desarrollado estrategias globales que han animado a los países a poner en marcha programas de vacunación contra la PPR y la rabia transmitida por perros. A través de estas iniciativas y asociaciones estratégicas, la OMSA proporciona conocimientos técnicos y orientación a sus Miembros sobre la implementación de estrategias de vacunación eficaces. Al difundir conocimientos, facilitar el intercambio de información y ayudar a los países a acceder a las vacunas a través de iniciativas como los bancos de vacunas, la OMSA ha contribuido significativamente a mejorar los esfuerzos de control de enfermedades en todo el mundo. La aplicación de estrategias globales contra las enfermedades también fomenta la colaboración entre los países, animándolos a hacer frente a las enfermedades animales de forma colectiva y a proteger tanto la sanidad animal como la salud humana.  

Es imperativo actuar juntos para prevenir la propagación de las enfermedades transfronterizas de los animales y frenar sus efectos sobre los medios de sustento y las economías. Trabajemos juntos para eliminar la rabia transmitida por perros y la PPR del mundo. 

Más de 500 millones de aves han muerto desde 2005 a causa de la influenza aviar, una enfermedad mortal para las aves con consecuencias devastadoras para la sanidad de las aves domésticas y silvestres, así como para la biodiversidad y los medios de sustento. Su propagación mundial en el último tiempo genera preocupación, con un número sin precedentes de brotes en nuevas regiones geográficas, una mortalidad inusual en aves silvestres y un número cada vez mayor de casos en mamíferos. A pesar de los esfuerzos de los países por aplicar estrictas medidas de vigilancia, prevención y control -como el control de movimientos, el refuerzo de la bioseguridad y el sacrificio sanitario-, la influenza aviar inquieta a la comunidad internacional.

¿Hacia un cambio de paradigma en las actuales medidas de prevención y control de la influenza aviar?

El alcance y gravedad de la situación conlleva un cuestionamiento de las actuales estrategias orientadas a contener la enfermedad y, además, plantea múltiples interrogantes. ¿Cuáles son las carencias de las actuales estrategias de control de la enfermedad? ¿Cómo pueden adaptarse mejor a los distintos contextos y escenarios? ¿Necesitamos cuestionarnos los métodos de cría de algunas especies de aves de corral? ¿Cómo podemos garantizar una detección temprana de los brotes? ¿Qué opciones complementarias de control serían necesarias a nivel nacional y regional? ¿Puede implementarse la vacunación generalizada como solución sostenible? ¿Cómo lograr un comercio seguro de aves de corral y productos avícolas con la vacunación? ¿Cómo se puede optimizar la asignación de recursos?

Con el fin de tratar las principales cuestiones estratégicas y los desafíos que frenan la progresión de los países hacia el control mundial de la enfermedad, la OMSA celebrará su primer Foro sobre Sanidad Animal dedicado a debatir el tema los días 22 y 23 de mayo, en el marco de la 90.ª Sesión General. El foro introducirá el tema técnico como hilo conductor, que será una oportunidad inigualable para estudiar las estrategias pasadas y en curso, y explorar otras opciones de gestión del riesgo, más adaptadas a la evolución de la situación en este momento. Además, será una ocasión única para acordar alternativas adecuadas, basadas en la ciencia, con fines de vigilancia y control de la enfermedad, y destinadas a reducir el impacto de la enfermedad.

Surgimiento de nuevas preocupaciones a medida que evoluciona la enfermedad

En los últimos años, se ha observado la aparición de una gama más amplia y sin precedentes de cepas virales y, por ende, una mayor evolución del virus y la presencia de un panorama epidemiológico desafiante. Según los registros, la forma más grave de la enfermedad en las aves de corral, la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP), solía propagarse principalmente entre granjas, mientras que la influenza aviar de baja patogenicidad (IABP) circulaba sobre todo entre las aves silvestres y, a menudo, era asintomática para estas poblaciones de aves. Hoy en día, observamos la amenaza persistente de una progresión de la IAAP en las aves silvestres, capaces de transportar la enfermedad a grandes distancias y a través de las fronteras de los países. De esta manera, la influenza aviar se ha extendido rápidamente a nuevas regiones, en particular en América Central y del Sur, donde no se había detectado la enfermedad desde hacía 20 años. En esta región, 10 países notificaron la enfermedad a la OMSA, mientras que, a escala mundial, 74 países y territorios han notificado brotes de influenza aviar desde octubre de 2021. Se trata de una gran propagación geográfica sin contexto histórico previo.

Además del aumento del número de casos detectados en aves de corral y aves silvestres en los últimos años, ahora se está notificando la presencia de esta enfermedad en mamíferos silvestres y cautivos. Los casos recientes en nutrias, zorros y visones preocupan en el ámbito de la sanidad animal y la salud pública debido al riesgo de adaptación del virus a los mamíferos y, por consiguiente, a los seres humanos.

Además, se han registrado casos humanos esporádicos, pero sin gravedad. El riesgo de pandemia persiste, aunque la transmisión de aves a humanos sea poco frecuente y resulte de la exposición repetida a aves infectadas.

Elaboración de una respuesta común eficaz

La influenza aviar representa una grave amenaza para la salud mundial, los medios de sustento, la seguridad alimentaria y la biodiversidad. Aunque se han realizado importantes esfuerzos de prevención y control de su propagación, queda mucho por hacer. El cambio en la epidemiología de la enfermedad en estos dos últimos años ha cuestionado el recurso del sacrificio sanitario como principal medida de control. A medida que se exploran prácticas de producción más sostenibles, debemos buscar métodos alternativos de control de la enfermedad, para prevenirla y mitigarla y, en consecuencia, evitar la eliminación de tantos animales cuando la seguridad alimentaria representa una cuestión crítica para muchos.

En el marco del próximo Foro de Sanidad Animal sobre la influenza aviar, se someterán a debate estos retos estratégicos. En particular, se evocarán temas como la vigilancia, las estrategias de control de la enfermedad, las formas de garantizar un comercio internacional seguro y justo de aves de corral y productos avícolas y la coordinación regional y mundial.

Estas importantes reflexiones darán lugar a recomendaciones internacionales y constituirán una base sólida para la revisión de la estrategia mundial OMSA/FAO sobre la influenza aviar de alta patogenicidad desarrollada en el marco del GF-TADs.

Es imperativo asegurarnos de que los países puedan responder a esta grave amenaza sanitaria en un marco común y de que sus gobiernos estén preparados a efectos de movilizar recursos suficientes para enfrentarla. Es fundamental tomar las medidas adecuadas si queremos garantizar un futuro más seguro y saludable para todos.

Si desea seguir los debates, conéctese a nuestro Foro sobre Sanidad Animal.

Lunes 22 de mayo

  • 9:00 a.m. – Sesión 1 – Inteligencia en influenza aviar: vigilancia y control para la detección temprana y la prevención
  • 2:30 p.m. – Sesión 2 – Respuesta: estrategias de control de la enfermedad para una respuesta temprana y continuidad del sector avícola, incluida la vacunación
  • 3.30 p.m. – Sesión 3 – Resiliencia: normas internacionales para facilitar un comercio internacional

Martes 23 de mayo

  • 9:00 a.m. – Sesión 4 – Estrategia mundial coordinada para un control progresivo de la influenza aviar