Del 17 al 20 de junio de 2025, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) organizó en Grand-Bassam, Costa de Marfil, la tercera sesión para facilitadores del juego formativo ALERT, como parte del proyecto ZOOSURSY financiado por la Unión Europea. 

Tras sesiones en Dakar (Senegal) y Yaundé (Camerún), esta nueva edición representa un avance adicional hacia una vigilancia epidemiológica más inclusiva y participativa, arraigada en las comunidades locales. 

En total, 14 facilitadores provenientes de instituciones clave recibieron la formación; entre ellas la Universidad Nangui Abrogoua, la Oficina Marfileña de Parques y Reservas, la Escuela Nacional de Aguas y Bosques (ENEF), los servicios veterinarios del ejército, el Instituto Helmholtz para Una Sola Salud (HIOH) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El programa se llevó a cabo en colaboración con la Dirección de Servicios Veterinarios, la asistencia técnica de CIRAD y la Escuela de Ciencias y Medicina Veterinarias de la Universidad de Ngaoundéré (Camerún). 

Una herramienta lúdica para un desafío vital 

Desarrollado en el marco del proyecto EBO-SURSY en colaboración con CIRAD y BIOVIVA, el juego ALERT es mucho más que un recurso educativo. Fue concebido para sensibilizar a las comunidades locales sobre la vigilancia de enfermedades animales con potencial de transmisión a los seres humanos, situando a estas comunidades en el centro de un sistema de alerta temprana. 

Frente al aumento de crisis sanitarias, el juego también busca reforzar los vínculos entre los distintos actores del sistema de vigilancia, Servicios Veterinarios, autoridades locales, personal de salud humana, investigadores y gestores ambientales, para fomentar una respuesta coordinada y sostenible. 

Formar facilitadores para multiplicar el impacto 

Durante cuatro días, los participantes se familiarizaron con los objetivos, la mecánica y la lógica de facilitación del juego. Facilitar ALERT implica más que conocer las reglas: se trata de crear un espacio seguro para el diálogo, fomentar la reflexión colectiva y estimular dinámicas comunitarias en torno a buenas prácticas de vigilancia. 

El juego es una herramienta educativa importante. Convertirme en formador me ha proporcionado herramientas concretas para simular escenarios de vigilancia epidemiológica y transmitir mejor este conocimiento a los estudiantes y actores comunitarios de la vigilancia.

Moctar Mouiche, docente-investigador de la Universidad de Ngaoundéré (Camerún) 

Formado en 2024 en Yaundé, Moctar Mouiche ha facilitado sesiones en Camerún, Congo y la República Centroafricana, demostrando la adaptabilidad del juego a diversos contextos locales. 

La formación concluyó con sesiones prácticas en el Instituto Nacional de Formación Profesional Agrícola (INFPA) en Bingerville, donde alrededor de cincuenta estudiantes del último año tuvieron la oportunidad de probar el juego en condiciones reales. 

“En el juego ALERT se trabaja en equipo para alcanzar un objetivo común. Este juego me enseñó a tener en cuenta la opinión de los demás.” 
Estudiante del INFPA 

Una herramienta para compartir 

Cada institución participante recibió un kit del juego, con la misión de integrarlo en sus actividades de formación, sensibilización o fortalecimiento de capacidades. A través de esta red de facilitadores formados, la OMSA busca ampliar la implementación del juego, asegurando al mismo tiempo un seguimiento activo de su aplicación. 

Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia para construir sistemas de vigilancia resilientes, ágiles y arraigados en lo local. En un mundo donde las enfermedades zoonóticas representan una amenaza creciente, fortalecer la vigilancia comunitaria mediante enfoques participativos, innovadores y accesibles es un imperativo en términos de salud pública, cohesión social y protección ambiental. 

La fuerza laboral veterinaria desempeña un papel fundamental en la protección de la sanidad animal y en la preservación del bienestar animal y ambiental. Su labor en la reducción de enfermedades animales tiene efectos en cascada que protegen los medios de vida, las economías locales y a los seres humanos frente a enfermedades zoonóticas.

Sin embargo, las zonas rurales suelen sufrir una escasez de veterinarios, lo que deja a las poblaciones animales y humanas desprotegidas. La falta de atención veterinaria puede permitir la propagación descontrolada de enfermedades zoonóticas como la rabia o la brucelosis, y de enfermedades no zoonóticas como la peste de los pequeños rumiantes (PPR) y la fiebre aftosa (FA), lo cual pone en peligro la seguridad alimentaria. Para contrarrestar esta situación, los paraprofesionales veterinarios (PPV) y los promotores pecuarios prestan una amplia gama de servicios que apoyan a los veterinarios y cubren las brechas en el cuidado de los animales en las zonas rurales. 

Veterinarios, PPV

Los veterinarios pueden trabajar en el campo, en granjas, clínicas, laboratorios o en la acuicultura. También pueden controlar el movimiento de animales en las fronteras y realizar inspecciones en los mataderos para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar animal. Los PPV están encargados de una amplia gama de actividades, que son definidas por cada Autoridad Veterinaria Estatutaria, e incluyen normalmente la vacunación, la educación de los ganaderos en buenas prácticas y la alerta a las autoridades veterinarias ante brotes de enfermedades. Por su parte, los promotores pecuarios son seleccionados dentro de sus propias comunidades, y rinden cuentas a un veterinario registrado, a un PPV registrado o a un funcionario competente, para ofrecer servicios básicos de sanidad y manejo animal en línea con las normas nacionales de bienestar animal. 

Formación universal para una fuerza laboral veterinaria sólida

Juntos, los veterinarios, los PPV y los promotores pecuarios trabajan para garantizar que las personas adecuadas, con las competencias necesarias, estén disponibles para brindar servicios veterinarios a quienes los necesitan. Un ejemplo destacado de este modelo se encuentra en la India. Allí, los veterinarios con formación universitaria colaboran con PPV formalmente capacitados y con promotores pecuarios capacitados por organizaciones no gubernamentales (ONG), también conocidos como Pashu Sakhis, que prestan servicios principalmente en zonas rurales y remotas. 

Dado que las ONG pueden contar con sus propios módulos de formación y metodologías, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) apoya a sus Miembros garantizando el acceso a herramientas necesarias para promover una fuerza laboral veterinaria bien formada, como directrices de competencias y programas educativos para veterinarios, PPV y promotores pecuarios. 

El Dr. Abdus Sabur Sheikh, gerente senior de programas para Tecnología Ganadera y “Una sola salud” en Passing Gifts Private Limited, filial de Heifer International, una organización que capacita a las Pashu Sakhis en la India, fue consultor de campo en la elaboración de las directrices para los promotores pecuarios. Según él, contar con módulos de formación estandarizados que fortalezcan las capacidades y conocimientos de los PPV y los promotores pecuarios permitirá construir una fuerza laboral veterinaria más resiliente, capaz de brindar atención veterinaria incluso en las zonas más alejadas. 

Trabajar en conjunto para mejorar la sanidad animal

Cada integrante de la fuerza laboral veterinaria, veterinarios, PPV y promotores pecuarios, aporta una experiencia única esencial para ofrecer servicios veterinarios confiables. Asegurar su formación, desarrollo y coordinación efectiva mejora la atención animal, especialmente en comunidades desatendidas. Esta estrategia ha dado buenos resultados en la India, donde la prestación de servicios veterinarios en las zonas rurales recae principalmente en los PPV y los promotores pecuarios. 

El Dr. Suman Prasad, veterinario del gobierno que nos compartió su experiencia como parte de este modelo en el estado de Bihar, en el este de la India, dedica la mayor parte de su tiempo a tratar animales enfermos ya sea en el hospital veterinario o en el terreno, y a vacunar animales de gran tamaño contra enfermedades como fiebre aftosa (FA), dermatosis nodular contagiosa (LSD), septicemia hemorrágica (HS) y brucelosis. Además, colabora estrechamente con los promotores pecuarios, quienes lo ayudan en la vacunación y desparasitación de los animales. 

El Sr. Amarjeet Kumar, PPV que trabaja en conjunto con el Dr. Prasad, capacita a los promotores pecuarios en el manejo de pequeños animales y en avicultura de traspatio, y actúa como enlace entre ellos y los hospitales veterinarios, además de brindar atención directa a animales en granjas y aldeas. Su trabajo diario incluye visitas al terreno para supervisar la construcción de refugios para cabras, impartir formación en bioseguridad a los ganaderos, apoyar a los promotores pecuarios en campo y tratar animales enfermos. 

La Sra. Mira Devi, promotora pecuaria de este trío, que colabora estrechamente con el Sr. Kumar, pasa la mayor parte de sus días tratando, vacunando y desparasitando cabras (sus principales pacientes) en las aldeas. Su trabajo ha permitido a muchos ganaderos acceder a atención veterinaria, ha reducido la mortalidad de las cabras y, al ser miembro de la comunidad, ha ganado la confianza de las familias a las que presta servicio. En coordinación con un PPV y un veterinario del gobierno, la Sra. Devi apoya a los consejos de aldea (conocidos localmente como gram panchayat) y proporciona atención veterinaria de última milla. 

Contar con el apoyo de un PPV y una promotora pecuaria es vital para el proceso de vacunación”, afirma el Dr. Prasad sobre el modelo en tríada. En los últimos años ha disminuido el número de vacunadores independientes. Algunos de ellos, encargados de vacunar animales grandes contra brucelosis, FA, HS y LSD en sus respectivos gram panchayats, tienden a abandonar sus funciones o a cambiar su ámbito de trabajo con frecuencia, dejando a los veterinarios gubernamentales en una situación difícil. Por eso, contar con la ayuda de promotores pecuarios capacitados, que suelen vacunar animales pequeños, como cabras, durante las campañas de vacunación marca una gran diferencia. Además, el hecho de que los promotores pecuarios sean mujeres locales facilita la interacción con las productoras caprinas, mayoritarias en Bihar, y permite brindar atención preventiva que reduce la mortalidad, mejora la productividad y aumenta los ingresos de los ganaderos rurales. 

Apoyo continuo a los Miembros de la OMSA

Este modelo, sin embargo, no está exento de desafíos. “A veces, las vacunas llegan demasiado tarde para ser efectivas”, comenta la Sra. Devi, reflexionando sobre su experiencia como promotora pecuaria. Esta misma preocupación la comparte el Sr. Kumar desde su rol como PPV, quien añade: “Es difícil conseguir medicamentos a nivel local, así como recibir una formación adecuada en diagnóstico de enfermedades, gestión de brotes, recopilación de datos post mortem y envío correcto de muestras a los laboratorios”. Aunque hay margen de mejora, el enfoque colaborativo de la India en materia de sanidad animal ha demostrado ser eficaz, evidenciando el impacto positivo de una fuerza laboral veterinaria bien coordinada. 

Los veterinarios, PPV y promotores pecuarios están en la primera línea de vigilancia, prevención y control de enfermedades animales. La OMSA se compromete a seguir proporcionando a sus Miembros el apoyo y la capacidad necesarios para que sus Servicios Veterinarios puedan responder a las amenazas de enfermedades animales y brotes. Al proteger a los animales, los Miembros protegen y fortalecen a sus comunidades y fomentan el crecimiento de sus economías. Una fuerza laboral veterinaria bien capacitada y equipada es esencial para garantizar la salud y el bienestar de los animales y de las personas que dependen de ellos. 

Lea más sobre cómo apoyamos a nuestros Miembros en la creación de una fuerza laboral veterinaria más sólida: Proceso PVS – OMSA – Organización Mundial de Sanidad Animal

La peste de los pequeños rumiantes (PPR) es una enfermedad transfronteriza causada por un virus que afecta a cabras y ovejas, comprometiendo gravemente su salud y provocando importantes pérdidas económicas. Aunque históricamente la PPR ha estado presente en África, Oriente Medio y Asia, su aparición en Europa se ha intensificado en los últimos años. Solo entre 2024 y 2025, se notificaron nuevos brotes a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en Georgia, Bulgaria, Grecia, Rumanía y Hungría. La aparición más reciente de la enfermedad en un nuevo país se notificó a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS) el 3 de junio de 2025, en Albania

Según el nuevo informe sobre el Estado de la Sanidad Animal en el Mundo, la PPR no solo es controlable, sino también erradicable. La Estrategia Mundial para el Control y la Erradicación de la PPR, elaborada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), establece un camino claro para poner fin a la enfermedad, en el que la vacunación desempeña un papel crucial, junto con el desarrollo de capacidades, las medidas de bioseguridad y la vigilancia sanitaria. Se pueden extraer valiosas lecciones sobre el uso de vacunas para combatir la PPR a partir de la experiencia adquirida en países y regiones con una larga trayectoria en la gestión de esta enfermedad, como Marruecos, en África. 

La vacunación es clave 

La primera aparición de la PPR en Marruecos se notificó en 2008, cuando más de 2.300 ovejas y 200 cabras murieron durante varios brotes ocurridos en todo el país en un periodo de siete meses. La respuesta de los Servicios Veterinarios de Marruecos fue rápida y eficaz: de 2008 a 2010, se vacunó anualmente al 90% de los animales susceptibles a la PPR. Basándose en el análisis de datos, investigaciones serológicas y la situación epidemiológica regional, la estrategia fue ajustada posteriormente. Desde 2020, los Servicios Veterinarios decidieron vacunar a los animales contra la PPR y la viruela ovina cada dos años, utilizando una vacuna bivalente. 

Con 22,4 millones de animales vacunados en cada campaña, la vacunación se ha convertido en una herramienta clave para controlar el resurgimiento de la PPR en el país, como explica el Dr. Abderrahman El Abrak, delegado de la OMSA en Marruecos: “En Marruecos, al igual que en otros países del Magreb y de África, los animales se desplazan con bastante frecuencia. Es prácticamente difícil adoptar una estrategia de control de la PPR basada únicamente en medidas sanitarias, porque controlar los movimientos de animales es muy complicado, si no imposible, en las condiciones actuales”. 

Por eso creemos que adoptar un enfoque que combine la vacunación con otras medidas sanitarias como medio de control y erradicación de una enfermedad como la PPR es la opción más adecuada para nuestro contexto, a pesar de su costo, y los resultados obtenidos mediante este enfoque de vacunación son perceptibles. El uso de vacunas eficaces y de alta calidad también es esencial para el éxito de la estrategia de vacunación.

Dr. Abderrahman El Abrak, delegado de la OMSA en Marruecos.

Desarrollar asociaciones y confianza 

Una campaña de vacunación contra la PPR cuesta a Marruecos un promedio de 12 millones de dólares, con el 75% del presupuesto destinado al personal veterinario y el 25% restante a las dosis de vacuna, que se producen localmente. Desde la década de 1980, Marruecos ha invertido en el desarrollo de su sector veterinario privado, incentivando a los veterinarios a establecerse en zonas rurales. Su presencia no solo garantiza un apoyo regular a los ganaderos, sino que también proporciona una red eficaz de profesionales en la que las autoridades sanitarias pueden apoyarse cuando es necesario desplegar campañas de vacunación. 

Contamos con un sector veterinario privado bien desarrollado en casi todas las regiones de Marruecos, que brinda un apoyo importante en la realización de campañas de vacunación del ganado contra diversas enfermedades animales, en particular la PPR, lo que nos ayuda a lograr una tasa de cobertura vacunal muy alta.

Dr. Abderrahman El Abrak, delegado de la OMSA en Marruecos.

“Su apoyo ha sido crucial para alcanzar nuestros objetivos, especialmente en lo que respecta a cubrir al mayor número posible de ganaderos a nivel nacional, así como en la sensibilización y motivación de los agricultores para que participen en las campañas de vacunación”, afirmó el Dr. Abderrahman El Abrak. 

Desde el principio, los Servicios Veterinarios han colaborado con empresas farmacéuticas marroquíes para producir una vacuna contra la PPR. Actualmente, dos empresas producen vacunas eficaces contra la PPR en Marruecos. Esto permite al país acceder a vacunas fiables, probadas en campo y a precios competitivos, al tiempo que se reduce al mínimo el riesgo de escasez de suministro durante campañas de vacunación a gran escala.

Se necesita inversión y cooperación para lograr el éxito

Con el último brote oficialmente declarado terminado en diciembre de 2022, Marruecos ha demostrado que es posible controlar eficazmente la PPR mediante la vacunación. Esto requiere inversiones y preparación, posibles en parte gracias al desarrollo de asociaciones público-privadas. 

Por otro lado, la PPR sigue siendo una enfermedad transfronteriza, estrechamente vinculada al movimiento de animales, como destaca el Dr. Abderrahman El Abrak: 

Dada la dificultad de controlar de manera efectiva y sostenible los riesgos asociados a los movimientos ilegales de animales a través de las fronteras, la única forma de controlar este riesgo es mediante un enfoque coordinado a nivel regional y subregional para combatir la enfermedad. De hecho, un solo país no puede alcanzar por sí solo el objetivo de erradicar una enfermedad transfronteriza como la PPR, ya que el riesgo de introducción ilegal no puede eliminarse completamente. Por lo tanto, es esencial que otros países implementen estrategias de control similares para poder detener la circulación del virus entre diferentes regiones. Sin un enfoque regional coordinado para el control de la PPR, será difícil erradicar la enfermedad basándonos únicamente en nuestros propios esfuerzos. Dicho esto, la erradicación de la PPR es posible”. 

Lea el capítulo completo sobre la PPR en el informe sobre el Estado de la Sanidad Animal en el Mundo

Desde 1998, la Organización Mundial del Comercio (OMC) encomienda a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) que reconozca oficialmente a los países y zonas libres de enfermedades animales. Este reconocimiento no sólo es importante para el comercio internacional y las economías ganaderas nacionales, sino que también reconoce los esfuerzos de los Miembros de la OMSA en la lucha contra las enfermedades animales.

Aunque, en un principio, sólo se reconocía el estatus libre de fiebre aftosa (FA) de los Miembros, el reconocimiento oficial del estatus libre de enfermedad de la OMSA se ha ampliado para incluir la peste equina (PE), la peste porcina clásica (PPC), la perineumonía contagiosa bovina (PCB), la peste de pequeños rumiantes (PPR) y la encefalopatía espongiforme bovina (EEB). El reconocimiento de la OMSA también incluye la validación de los programas oficiales de gestión de la PCB, la FA, la PPR y la rabia transmitida por perros. Los Miembros pueden solicitar el estatus sanitario oficial de forma voluntaria.

Cada año, en el marco de su Sesión General, la OMSA destaca a los Miembros que alcanzaron el estatus libre de enfermedad o cuyos programas de control fueron aprobados. El hecho de obtener el estatus de país libre de una enfermedad puede desempeñar un papel importante a la hora de facilitar el comercio internacional y regional de animales y productos de origen animal. Además, cuando la OMSA reconoce oficialmente un programa de control de enfermedad, los Servicios Veterinarios obtienen con mayor facilidad los recursos gubernamentales necesarios para facilitar la implementación de sus planes de acción.

Este año, en el marco de la 92.ª Sesión General de la OMSA, se añadieron varios Miembros a la lista de Miembros reconocidos por su estatus zoosanitario en todo el territorio o en zonas específicas:

  • Se han reconocido nuevas zonas libres de fiebre aftosa con vacunación en Argentina, la República de Corea y Rusia.
  • Nuevas zonas fueron declaradas libres de fiebre aftosa sin vacunación en Bolivia y Brasil
  • Taipéi Chino fue declarado libre de PPC
  • Mongolia: se aprobó su programa de control de la fiebre aftosa  
  • Arabia Saudí fue declarado país libre de peste equina
  • Tanzania: se aprobó el programa de control de la rabia transmitida por perros
  • Dos zonas del Reino Unido fueron declaradas con riesgo insignificante de EEB

Los recientes hitos en la lucha mundial contra la fiebre aftosa ponen de relieve importantes logros en el control de la enfermedad, así como los esfuerzos de coordinación en diversas regiones. En particular, la totalidad de los territorios de Bolivia y Brasil fueron declarados libres de fiebre aftosa sin recurrir a la vacunación, una gran hazaña si se tiene en cuenta la coordinación necesaria a nivel local y regional en ambos países. Tras la previa retirada de la aprobación del programa de control de Mongolia por parte de la OMSA, el país ha conseguido revisar su programa de control de la fiebre aftosa para que sea aprobado por la OMSA.

Bolivia apuesta por la zonificación

Desde 2010, Bolivia implementa con perseverancia un programa progresivo de control de la fiebre aftosa, que implica la zonificación y la obtención gradual del estatus de zona libre de fiebre aftosa para cada zona. “Se tuvo mucho cuidado a la hora de definir las zonas, para evitar posibles conflictos en el comercio interno de ganado“, escribe el Dr. Hernán Oliver Daza, Delegado de la OMSA y jefe nacional de Sanidad Animal de Bolivia, “Esto, además de respetar el avance de cada etapa de la senda progresiva de gestión, permitió el reconocimiento inicial de zonas libres de fiebre aftosa con vacunación y, en los últimos cinco años, la obtención de un estatus sin vacunación a nivel nacional.

Si bien la dedicación a la colaboración público-privada dio como resultado que el país se encuentre libre de fiebre aftosa sin vacunación, el uso de la herramienta PVS en la planificación estratégica para reforzar los servicios veterinarios en Bolivia ha sido y sigue siendo fundamental. “Somos plenamente conscientes de que el cambio de estatus implica mantener muchas de las actividades que ya estaban en marcha con el estatus actual“, explica el Dr. Daza, “por lo que mantener y fortalecer estas acciones representa un compromiso nacional en cumplimiento de las Normas de la OMSA, así como del Plan Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa (PHEFA) y la cooperación del PANAFTOSA, centro colaborador de la OMSA en la región.

Cooperación en todo Brasil

El estatus de país libre de fiebre aftosa es muy importante para Brasil porque representa la culminación de los esfuerzos realizados durante décadas“, afirma el Dr. Marcelo de Andrade Mota, Delegado de la OMSA y director del Departamento de Sanidad del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil. Lograr el estatus libre de fiebre aftosa representó un proceso largo y difícil para Brasil, dadas las dimensiones del país y su enorme cantidad de ganado, que incluye más de 234 millones de cabezas de ganado. El país, dividido en 27 estados, movilizó su sistema veterinario a nivel nacional, estatal y municipal, con el fin de garantizar la presencia de veterinarios en más del 85 % de los municipios brasileños, incluidas las zonas más remotas.

Este estatus de país libre de fiebre aftosa marca un gran hito para Brasil. La ganadería en Sudamérica es una parte fundamental de la economía y no sólo es importante dentro de la región, sino que también contribuye a la seguridad alimentaria mundial.

Dr. Marcelo de Andrade Mota, Delegado de la OMSA y director del Departamento de Sanidad del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil.

Brasil es uno de los mayores productores y exportadores de carne vacuna y este estatus garantiza que sigamos alimentado a la población mundial.”

Mongolia refuerza la vigilancia de la fiebre aftosa

La suspensión en la aprobación de la OMSA del programa de control de la fiebre aftosa de Mongolia, tuvo varias repercusiones importantes“, escribe el Dr. Ayushjav Narantuya, Delegado de la OMSA y jefe de los Servicios Veterinarios de Mongolia, “y su restablecimiento aporta beneficios inmediatos y a largo plazo en varios ámbitos.” Entre ellos, aporta grandes oportunidades comerciales gracias a un mejor acceso a los mercados y una mayor competitividad de las exportaciones, beneficios económicos para el sector ganadero y un mayor apoyo y colaboración internacionales.

Para lograr este hito, Mongolia se esforzó por reforzar sus actividades de vigilancia pasiva y activa de la fiebre aftosa, sobre todo en las zonas de alto riesgo situadas a lo largo de las fronteras del país, e invirtió masivamente en la formación de veterinarios e inspectores con la ayuda de la Agencia General de Servicios Veterinarios de Mongolia (GAVS). A lo largo del proceso, el país reconoció la importancia de la participación de sus ciudadanos. “La implicación de la comunidad y el fomento de la confianza son fundamentales para un control eficaz de las enfermedades“, añade el Dr. Narantuya.

El reconocimiento del estatus zoosanitario por parte de la OMSA fortalece las economías locales, fomenta el comercio seguro y representa un avance en la lucha mundial contra las enfermedades del ganado. Además, fomenta la sanidad animal en todas las regiones, protegiendo la salud humana y los medios de subsistencia. Porque la sanidad animal es nuestra salud. Es la salud de todos.

Durante la Sesión General de este año, se emitió un nuevo certificado para premiar a los Miembros que han realizado esfuerzos significativos para confinar y destruir los materiales de peste bovina almacenados en sus instalaciones.

Los Miembros galardonados fueron Francia, por la destrucción completa de todos los materiales de peste bovina salvo las vacunas destinadas a la preparación internacional, y la India, por haber sido designada como Instalación de Conservación de la Peste Bovina e iniciar el proceso de reducción de inventario como parte de su nuevo mandato. Este evento marca la primera vez que los Miembros de la OMSA reciben tal reconocimiento, constituyendo un hito en los esfuerzos a largo plazo de la organización para mantener al mundo libre de esta enfermedad erradicada, garantizando en última instancia la salud de todos. 

A pesar de su exitosa erradicación sobre el terreno, el virus de la peste bovina no ha sido eliminado por completo de los laboratorios: doce instituciones en todo el mundo aún conservan muestras. La presencia del virus supone un riesgo tanto de reintroducción accidental de la enfermedad como, aunque en menor medida, de liberación deliberada por parte de actores malintencionados. Los Miembros de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) acordaron almacenar el virus únicamente en Instalaciones de Conservación de la Peste Bovina (RHFs, por sus siglas en inglés) altamente seguras, inspeccionadas y aprobadas conjuntamente por ambas organizaciones, las cuales representan ocho de los doce laboratorios.  

Hoy en día, la mejor manera de evitar el resurgimiento de la peste bovina es asegurarse de que los materiales que contienen el virus sean destruidos. No obstante, algunos científicos han expresado su preocupación por la pérdida irreversible de datos virológicos, genéticos y de propiedad intelectual que implica dicha destrucción. Por ello, se ha adoptado ampliamente una iniciativa que anima a las RHFs a realizar el secuenciado genómico de los materiales de peste bovina antes de destruirlos. 

La implementación del primer proyecto “Secuenciar y destruir” fue liderada por científicos del Instituto Pirbright –una de las ocho Instalaciones de Conservación de la Peste Bovina– con el objetivo de eliminar las muestras de virus conservadas en el Instituto, como explicó la Dra. Carrie Batten, Jefa del Laboratorio de Referencia para Enfermedades No Vesiculares de Pirbright. 

El proyecto “Secuenciar y destruir” tiene tres resultados específicos: 

  1. Datos genéticos relativos a aislados históricos del virus de la peste bovina; 
  1. Establecimiento de un archivo permanente de datos genéticos, epidemiológicos y patológicos; 
  1. Destrucción del virus de la peste bovina. 

Establecer un archivo permanente de datos genéticos conlleva múltiples beneficios. Si alguna vez se necesitara de nuevo un virus vivo, los avances en biología sintética han hecho posible su reconstitución con relativa facilidad a partir de los datos de secuencia, lo que permite apoyar la investigación sobre evolución viral e informar sobre el control de otras enfermedades animales y humanas causadas por virus similares, incluyendo el virus de la peste de los pequeños rumiantes (PPR). Esto significa que, en caso de una reaparición de la peste bovina, disponer de información genética en bases de datos públicas facilitaría su investigación y el rastreo de su origen. 

Aún nos queda mucho por entender sobre la peste bovina, ya que las campañas de erradicación han tenido impactos en la evolución del propio virus”, explica el Dr. Arnaud Bataille, del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD)

Con Francia recibiendo el certificado en la Sesión General de este año, el CIRAD ha demostrado ser digno de la confianza de la comunidad internacional para conservar y destruir de forma segura el virus de la peste bovina.

Este es un logro histórico. Los últimos avances del proyecto ‘Secuenciar y destruir’ nos enseñan que es esencial conservar el conocimiento sobre la enfermedad, lo cual puede resultar vital para comprender las enfermedades del mañana

Marie-Christine Le Gal, Delegada de Francia ante la OMSA. 

En conjunto, la historia de éxito de la peste bovina, desde su erradicación pionera hasta los recientes esfuerzos posteriores y el secuenciado de los últimos reservorios del virus antes de su eliminación, es una fuente de inspiración para la comunidad sanitaria mundial. “La peste bovina ofrece un ejemplo poderoso de unidad firme y sentido compartido de propósito dentro de una profesión”, concluye la Dra. Le Gal. “Esa unidad ha permitido que todo el sector se organizara, actuara con responsabilidad y lograra progresos concretos. Es un modelo que deberíamos recordar y del que deberíamos aprender frente a los nuevos e imprevisibles desafíos de nuestro campo”. 

Mirando hacia el futuro, la OMSA apoya a su Red de Instalaciones de Conservación de la Peste Bovina en seguir el ejemplo del CIRAD, destruyendo sus materiales de peste bovina, excepto las vacunas destinadas a la preparación internacional. Los Miembros de la OMSA que aún conservan materiales de peste bovina fuera de las Instalaciones designadas son instados a destruirlos o a presentar una solicitud para ser considerados como Instalación de Conservación candidata. 

La peste porcina africana (PPA) es una de las enfermedades más devastadoras para los cerdos domésticos y los jabalíes en todo el mundo. Dado que se trata de una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa con una tasa de mortalidad de hasta el 100%, su propagación es motivo de preocupación para la sanidad animal, las economías locales, los medios de subsistencia de los productores y, por último, para la biodiversidad.

Desde enero de 2022, al menos 12 países notificaron una primera aparición de la PPA y al menos 11 países notificaron su propagación a zonas que anteriormente no estaban afectadas por la enfermedad. Entre enero de 2022 y el 28 de febrero de 2025, la PPA provocó la pérdida de más de 2 millones de animales en el mundo, siendo Asia y Europa las zonas más afectadas. Pérdidas de esta magnitud pueden resultar devastadoras, puesto que, en muchos países, los cerdos, a menudo criados en explotaciones porcinas familiares, representan la principal fuente de ingresos de los hogares. Además, si no se controla, la PPA puede poner en peligro la seguridad alimentaria, ya que la carne de cerdo representa el 31 % de la ingesta mundial de proteínas.

Si bien los países afectados implementan desde hace tiempo medidas para detener la propagación de la enfermedad, el control de la PPA ha sido históricamente difícil debido a la falta de vacunas o de tratamientos eficaces. No obstante, en los últimos años, la comunidad investigadora ha logrado grandes progresos en la producción de vacunas contra la PPA y algunas ya están aprobadas para su uso en el terreno en un pequeño número de países.

Una nueva norma sobre vacunas

Si bien la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) fomente la innovación en el ámbito del desarrollo de vacunas, es imprescindible que las vacunas utilizadas en el terreno sean de alta calidad y que hayan demostrado ser seguras y eficaces. El uso de vacunas que sean de mala calidad o que no cumplan con la normativa vigente puede poner en peligro las medidas de control de la PPA, ya que no brindan la debida protección contra la enfermedad. De hecho, las vacunas ineficaces pueden provocar la propagación de la enfermedad o la recombinación de los virus vacunales con el virus circulante de la PPA, creando nuevas cepas capaces de propagarse con mayor facilidad y de escapar a los sistemas de detección.

Este año, en la 92.ª Sesión General de la OMSA, se adoptó una norma sobre las vacunas contra la PPA, con el fin de demostrar el compromiso de nuestros Miembros en la lucha contra la enfermedad y en el uso de vacunas seguras y respetuosas de la normativa vigente. Esta norma tiene por objeto proporcionar a Miembros y fabricantes un  mínimo de normas que garanticen que las vacunas sean seguras y eficaces. Además, destaca la necesidad de que las vacunas sean eficaces para reducir la gravedad de la enfermedad, limitar la transmisión del virus y proporcionar inmunidad al animal, reduciendo así las pérdidas de producción a cause de la PPA. Es necesario demostrar que las vacunas son seguras antes de su uso, es decir, que no causan signos clínicos duraderos o graves, no dañan el medio ambiente ni contienen virus de la PPA de especies silvestres u otros agentes nocivos. Por último, deben coincidir con el genotipo de PPA circulante en la región de vacunación para garantizar su eficacia y limitar el riesgo de combinación de dos cepas diferentes que puedan formar una nueva cepa más difícil de controlar.

Necesidad de múltiples enfoques para el control de la PPA

La vacunación es una herramienta poderosa si las vacunas se fabrican de acuerdo con las normas internacionales de la OMSA. Sin embargo, las mejoras en el desarrollo de vacunas y el fortalecimiento de las normas internacionales para su aprobación no sitúan a la vacunación como el único método viable para el control de la PPA. El éxito en la gestión de la enfermedad implica una combinación de prácticas de bioseguridad, medidas de importación y control de los movimientos de animales, y las vacunas son una acción complementaria. La decisión de vacunar contra la PPA es responsabilidad de la Autoridad Veterinaria y debe tener en cuenta la epidemiología local de la enfermedad y los recursos financieros y humanos disponibles para las operaciones de vacunación y las medidas de vigilancia posteriores.

El control de la PPA es posible, sólo se necesita invertir de forma continua en la investigación: vacunas eficaces y de alta calidad, combinadas con las medidas existentes de control de la enfermedad, pueden reducir sustancialmente el impacto negativo de la PPA sobre la sanidad animal y los medios de subsistencia humanos.

La fauna silvestre desempeña un papel único en el funcionamiento y la supervivencia del planeta. Desde las abejas que polinizan plantas hasta los depredadores que controlan las poblaciones de especies y los arrecifes de coral que almacenan carbono, la fauna silvestre ha sido un aliado esencial para la Tierra durante generaciones, creando ecosistemas equilibrados como ningún otro.

La OMSA reconoce que la salud de los humanos, los animales, tanto silvestres como domésticos, y los ecosistemas es intrínsecamente interdependiente. Para proteger a uno, debemos proteger a todos. Sin embargo, el panorama actual de riesgos es complejo y está en constante evolución, siendo el comercio ilegal de fauna silvestre una de las amenazas existenciales más preocupantes.

En este contexto, la OMSA acoge con satisfacción una nueva oportunidad para amplificar su misión al ofrecer el Secretariado de la Alianza Internacional contra los Riesgos Sanitarios en el Comercio de Fauna Silvestre.

Abordar los impulsores de enfermedades pasados por alto en el comercio de fauna silvestre

Los brotes de enfermedades infecciosas y las pandemias han mostrado al mundo su devastador potencial. Recientemente, con la influenza aviar, hemos experimentado de primera mano que los virus pueden evolucionar y adaptarse, terminando por tener impactos inusuales en aves silvestres e incluso en mamíferos silvestres, desde zorros hasta focas.

Sin embargo, este no es el único riesgo que genera preocupación global. La amenaza de la transmisión zoonótica desde la fauna silvestre sigue siendo peligrosamente subestimada. Se cree que los mamíferos y aves silvestres albergan por sí solos cientos de miles de virus aún desconocidos – muchos de los cuales podrían potencialmente transmitirse a los humanos.

Factores provocados por el ser humano, como el cambio climático, la deforestación y el comercio de fauna silvestre, desempeñan un papel significativo en la aparición de nuevas enfermedades. Ya sea legal o ilegal, el comercio de fauna silvestre puede representar amenazas únicas para la conservación de especies, desde la salud y el bienestar de animales domésticos y silvestres hasta el equilibrio de los ecosistemas y la salud humana, a escalas locales y globales. De hecho, en las complejas sociedades actuales, el riesgo de propagación de patógenos, aparición de enfermedades y su diseminación global se ve amplificado por el aumento de las interacciones entre humanos, fauna silvestre y animales domésticos. El comercio legal e ilegal de fauna silvestre representa una forma de esa interacción.

No obstante, las lagunas de conocimiento sobre los aspectos socioculturales de la interacción entre humanos y fauna silvestre, así como sobre los procesos de transmisión de patógenos, también significan que aún existe un gran potencial para mitigar el riesgo de futuras transmisiones. Y es exactamente ahí donde entra en juego la Alianza Internacional contra los Riesgos Sanitarios en el Comercio de Fauna Silvestre. Adoptando un enfoque de “Una sola salud”, la Alianza forma una plataforma dinámica, interdisciplinaria e inclusiva con múltiples partes interesadas, que reúne diversas disciplinas del espectro “Una sola salud” para buscar soluciones a los problemas complejos y urgentes relacionados con los riesgos sanitarios en el comercio de especies animales silvestres.

Actualmente, la Alianza cuenta con una red de más de 180 organizaciones miembros y 500 individuos. Aprovechando antecedentes diversos, experiencia científica y perspectivas locales, la Alianza traduce el compromiso, conocimiento y voluntad política de sus miembros en un impacto real al proporcionar asesoramiento y orientación basados en evidencia a las autoridades gubernamentales, apoyando y evaluando intervenciones sobre el terreno, y fomentando la colaboración entre disciplinas, organizaciones e individuos en cuestiones relacionadas con los riesgos sanitarios en el comercio de fauna silvestre.

El trabajo de la Alianza se enfoca en dos áreas principales. Por un lado, está comprometida a reducir sustancialmente los riesgos de transmisión zoonótica. Lo hace promoviendo respuestas, incluyendo cambios de comportamiento, a los riesgos para la salud humana y animal causados por el contacto directo e indirecto con fauna silvestre a lo largo de las cadenas de suministro del comercio de fauna silvestre. Por otro lado, trabaja para mejorar la conciencia, el conocimiento y las políticas tanto a nivel nacional como global, con el objetivo de cerrar la brecha entre la ciencia y la implementación en el comercio de fauna silvestre. Los diversos proyectosimplementados por las organizaciones miembros de la Alianza, tanto financiados por ella como gestionados de forma independiente, se enfocan en una variedad de temas,desde el monitoreo del comercio electrónico de fauna silvestre para evaluar tendencias globales hasta el análisis de riesgos sanitarios globales asociados a productos de fauna cazados y comercializados como carne silvestre en Nigeria.

Durante su presidencia de la Alianza, la GIZ compartió de manera constante conocimientos y promovió la concienciación sobre los riesgos sanitarios del comercio de fauna silvestre en el contexto de “Una sola salud”, apoyándose en equipos interprofesionales y multidisciplinarios en un verdadero espíritu colegiado y colaborativo. Gracias a su membresía activa y diversa, la Alianza pudo proporcionar una plataforma para que sus miembros intercambien ideas y aprendan, al mismo tiempo que ayudaba a los gobiernos a implementar políticas para reducir los riesgos sanitarios del comercio de fauna silvestre.

Acción colectiva para un futuro compartido

Reconociendo sus estrechos vínculos e interdependencia, la OMSA visualiza un mundo en el que las personas, los animales y sus ecosistemas circundantes coexisten de manera saludable y participan en interacciones mutuamente beneficiosas. Proteger la naturaleza en su conjunto beneficia a las especies y sus hábitats, pero también sienta las bases para un planeta más sostenible.

Como organización intergubernamental, la OMSA cree firmemente que una mejor salud animal, ambiental y humana incluye abordar los riesgos sanitarios asociados al comercio de fauna silvestre. Es en esta línea que un conjunto de directrices recientemente publicado ha arrojado luz sobre el panorama de peligros y ha definido los pasos necesarios en la evaluación de riesgos, sugiriendo formas de minimizar el riesgo de enfermedades en el comercio de fauna silvestre. La OMSA también estuvo representada en el comité directivo de la Alianza y fue un miembro activo de la red, contribuyendo a dos grupos de trabajo.

La organización sostiene firmemente que este nuevo rol como Secretaría de la Alianza permitirá conexiones más profundas entre los Servicios Veterinarios, que tradicionalmente son responsables de la sanidad animal, y el diverso grupo de expertos sobre el que se construye la Alianza. “En estos últimos años, la OMSA ha lanzado el Marco para la sanidad de la fauna silvestre, que reafirma las responsabilidades de los Servicios Veterinarios y les proporciona las herramientas y habilidades necesarias para abordar plenamente los problemas de sanidad de la fauna silvestre y para incluirla en las actividades rutinarias”, afirma la Directora General de la OMSA, Emmanuelle Soubeyran. “Que la OMSA se convierta en la próxima anfitriona del Secretariado resalta una fuerte convergencia con los objetivos de la Alianza y ofrece una oportunidad única para sinergizar esfuerzos. Esta integración es clave para construir un sistema más cohesionado y eficaz para salvaguardar la salud en las interfaces entre humanos, animales y medioambiente.”

Este nuevo capítulo que comenzamos en nuestro recorrido por la fauna silvestre marca un hito para la OMSA y es algo de lo que estamos profundamente orgullosos. Vivimos en un ecosistema delicado, cuya funcionalidad también depende de nuestras acciones.

Dra Emmanuelle Soubeyran, Directrice Générale de l’OMSA

El proceso de transferencia de la Alianza comenzó en enero de este año, con la GIZ transfiriendo gradualmente las responsabilidades a la OMSA hasta 2026.

Esto significa que la OMSA asumirá el rol de Secretaría, mientras que la gobernanza de la Alianza mantendrá su naturaleza impulsada por los miembros, como incubadora y centro de conocimientos, con la oportunidad de fomentar una visión compartida y, al mismo tiempo, aportar nuevas ideas a la mesa. Siguiendo los pasos de su predecesora, la GIZ, la organización ve esta oportunidad como una fuerza poderosa dentro del enfoque “Una sola salud”, con el objetivo final de mejorar la salud de todos.

Estamos muy orgullosos y entusiasmados con este nuevo capítulo en el recorrido de la OMSA en materia de fauna silvestre”, concluye la Dra. Soubeyran. “Con su experiencia en el amplio espectro de la sanidad animal, estoy segura de que la organización contribuirá a hacer visibles, significativos y duraderos los resultados y logros de los miembros de la Alianza, para ayudar a enfrentar los desafíos imprevisibles y cambiantes del mañana”.

Las Normas de sanidad y bienestar animal ayudan a los países a prevenir y controlar la propagación de enfermedades, al tiempo que apoyan el movimiento seguro de animales y el comercio internacional. Establecer estas Normas es una actividad central de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que se basa en evidencia científica y en los datos más recientes para construir consensos entre sus Miembros sobre medidas eficaces para gestionar y combatir una amplia gama de enfermedades.

Botsuana ofrece un ejemplo convincente del impacto positivo que las Normas pueden tener tanto en la sanidad animal como en las actividades humanas, como se identificó en la segunda ronda del ejercicio de análisis de datos para el próximo Segundo Informe de Seguimiento del Observatorio. A partir de ahí, es posible identificar a Botsuana como un país exitoso en la implementación de Normas relacionadas con el control de desplazamientos, precauciones fronterizas, zonificación y reconocimiento oficial del estatus sanitario.

El Segundo Informe de Seguimiento del Observatorio

El mandato del Observatorio es evaluar la adopción de las Normas de la OMSA por parte de sus Miembros. El Segundo Informe de Seguimiento del Observatorio, cuyos hallazgos también se presentan en el primer informe sobre  el Estado de la sanidad animal en el mundo, proporciona información sobre su implementación a nivel mundial, y al mismo tiempo establece una línea base para el desarrollo en curso del octavo plan estratégico de la OMSA. El enfoque innovador del informe consiste en apoyarse en datos procedentes tanto de proyectos de la OMSA, como ANIMUSE, PVSIS o WAHIS, como de fuentes externas.

El nuevo informe ofrece información útil sobre el uso y la resistencia a los antimicrobianos, el control de desplazamientos dentro de los países/territorios y las precauciones en las fronteras, la zonificación y compartimentación, la implementación del enfoque “Una sola salud”, las autodeterminaciones y el estatus oficial, así como sobre el comercio y las medidas sanitarias.

Éxitos en el control de movimientos y precauciones en las fronteras

El análisis cruzado de datos realizado por el Observatorio reveló que Botsuana es un ejemplo destacado. Al analizar la información sobre el control de deslazamietos dentro de los países/territorios y las precauciones fronterizas, Botsuana fue identificado como uno de los países que implementó eficazmente ambas medidas en respuesta a un brote de enfermedad notificado a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS).

En el mismo período, también recibió una evaluación positiva del Sistema de Información sobre el Desempeño de los Servicios Veterinarios (PVSIS). Estas dos iniciativas de la OMSA proporcionan perspectivas complementarias: WAHIS realiza el seguimiento de los brotes de enfermedades animales y las medidas de control adoptadas por los Miembros, mientras que PVSIS evalúa la capacidad de los servicios veterinarios nacionales. Su análisis combinado en la segunda edición del Informe de Seguimiento del Observatorio profundiza nuestra comprensión del impacto del control de movimientos y las precauciones fronterizas en la gestión de riesgos sanitarios animales.

Consulte la ficha completa sobre el control de movimientos dentro de los países/territorios y las precauciones en las fronteras

Botsuana está representado por uno de los puntos naranjas en el gráfico anterior, un subgrupo dentro de la categoría gris más amplia. Esto indica que los Servicios Veterinarios de Botsuana demostraron, mediante una evaluación independiente, su capacidad para implementar medidas de control de desplazamientos mediante el establecimiento de un sistema de identificación animal, trazabilidad y control de desplazamientos dirigido a subpoblaciones animales específicas, de acuerdo con las Normas de la OMSA.

En cuanto a las precauciones en las fronteras, los evaluadores determinaron que Botsuana fue capaz de aplicar procedimientos de cuarentena y seguridad fronteriza en todos los puntos de entrada oficiales. Sin embargo, estos procedimientos aún no abordan sistemáticamente las actividades ilegales relacionadas con la importación de animales, productos de origen animal y productos veterinarios.

Reconocimiento oficial del estatus libre de enfermedades

La implementación de estas Normas pertinentes ha sido clave para lograr y mantener el estatus oficial libre de enfermedades. Hoy en día, Botsuana está oficialmente reconocido por la OMSA como libre de pleuroneumonía contagiosa bovina (PCB) y peste de los pequeños rumiantes (PPR) en todo el país, y libre de fiebre aftosa (FA) en zonas específicas. Es uno de los pocos países de África que posee un estatus libre de enfermedades reconocido por la OMSA, un logro que puede tener un impacto significativo en la economía de un país.

Nuestro mandato es contribuir al desarrollo de la economía de nuestra nación a través de la agricultura”, dijo Kefentse Motshegwa, Director de los Servicios Veterinarios de Botsuana y Delegado ante la OMSA. “Gracias al estatus libre de enfermedades, nuestros productores pueden acceder a mercados premium como Europa, donde pueden vender sus productos a mejores precios. Actualmente, Botsuana exporta carne de res, pero ahora que tenemos una infraestructura de control de enfermedades confiable, respaldada por políticas sólidas y una fuerte voluntad política, tenemos el potencial de aumentar la producción y expandirnos a otras mercancías, como carne de cordero y cabra, e incluso animales vivos.

Este estatus libre de enfermedades es una herramienta poderosa para mejorar las condiciones de las comunidades y ayudar a las personas a ganarse la vida con sus actividades.

Kefentse Motshegwa, Director de los Servicios Veterinarios de Botsuana y Delegado ante la OMSA

Consulte la ficha completa sobre autodeterminaciones y estatus oficial

Transparencia sobre el desempeño de los Servicios Veterinarios

Botsuana también ha optado por la transparencia en lo que respecta a sus servicios de sanidad animal, al decidir hacer públicos los informes de sus Evaluaciones de Desempeño de los Servicios Veterinarios (PVS) en el portal PVSIS. Aunque los países son libres de decidir si divulgan o no los resultados de estas evaluaciones, la OMSA alienta esta práctica, ya que contribuye a informar y fortalecer las relaciones internacionales en ámbitos como el comercio, la inversión y el desarrollo.

Creo que, como nación, somos muy transparentes”, dijo Kefentse Motshegwa. “Y esto puede ser beneficioso de muchas maneras. Al compartir abiertamente las debilidades y riesgos que enfrentamos, en realidad podemos generar confianza con nuestros países vecinos y socios comerciales. Hemos visto que al comunicar nuestros desafíos con honestidad, hemos mejorado nuestras oportunidades de recibir apoyo. Esta transparencia es valorada por nuestro propio gobierno, y nos ayuda a ser claros con nuestros socios de desarrollo sobre nuestras necesidades y el progreso que estamos logrando”.

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La primera publicación de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) del Informe sobre el Estado de la sanidad animal en el mundo destaca el papel de la vacunación en la protección de la sanidad animal. Este énfasis en la vacunación se refleja en la ambiciosa iniciativa de Bután para controlar la rabia. En 2021, en virtud de un decreto real, el país puso en marcha su iniciativa más ambiciosa en materia de sanidad animal: el Programa nacional de gestión de la población canina y de control de la rabia, con el objetivo de lograr la vacunación antirrábica masiva y la esterilización del 100 % de los perros errantes.

En octubre de 2023, el país -cuya población de perros supera los 100.000 – había conseguido esterilizar a todos los perros errantes y alcanzar una cobertura de vacunación antirrábica del 90 % de la población. Ahora, casi libre de rabia, el país está trabajando sin descanso con el fin de mantener este logro, poniendo el control en manos de los gobiernos locales y mirando más allá de sus propias fronteras para alcanzar el estatus de país libre de rabia en 2030.

Rabia en Bután

Al escribir estas líneas, si bien se puede decir que la rabia no está presente en todo el país, dividido en 20 distritos conocidos como “dzongkhags”, sino principalmente en las regiones meridional y oriental, debido a su proximidad con la frontera nacional, no siempre fue así. “Aunque los registros oficiales son limitados, la investigación indica que, en las décadas de 1970 y 1980, la rabia era frecuente en muchas partes del país“, explica el Dr. Rinzin Pem, jefe de los Servicios Veterinarios de Bután. “En los años 1980, los esfuerzos de control se centraron en el sacrificio masivo de perros. Sin embargo, la población se opuso firmemente a este enfoque, lo que refleja la veneración cultural y espiritual de Bután por la vida y su desaprobación generalizada de la matanza de animales.”

De hecho, la oposición pública fue uno de los principales factores que generó la búsqueda de soluciones alternativas. “Como Bután es un país pequeño, compuesto por comunidades muy unidas, el sentimiento de la población tuvo una gran influencia“, explica el Dr. Pem. “Finalmente, el hecho de que la vacunación fuera una alternativa basada en pruebas científicas condujo al cambio de estrategia.

Bután: acciones a escala nacional

Además de la confianza del público en los Servicios Veterinarios del gobierno, las primeras campañas de vacunación contaron con el respaldo de amplios programas de sensibilización y promoción, especialmente en las escuelas de los “dzongkhags” (distritos) de alto riesgo, que promovieron la gestión de la población canina y fomentaron la aceptación pública de los esfuerzos de vacunación. Gracias a su solidez, los servicios de sanidad animal brindaron a las iniciativas de vacunación una importante red con la que trabajar. Estos factores, además de la distribución gratuita de vacunas antirrábicas a cargo de los funcionarios públicos, generaron un fuerte apoyo por parte de la población y la realización de programas anuales de vacunación.

En 2021, a partir de estas campañas anuales, Bután lanzó por decreto real el Programa nacional de gestión de la población canina y de control de la rabia. Se trata de la mayor campaña coordinada de vacunación y esterilización emprendida por el país hasta la fecha. Los Servicios Veterinarios de Bután lograron obtener los recursos financieros, la participación de las comunidades y de 12.000 voluntarios, conocidos localmente como “desuups”.

Según el Dr. Pem, “antes, nuestros esfuerzos de vacunación eran más específicos y dependían de los recursos disponibles. Si bien aspirábamos a una cobertura del 70 %, a menudo, las restricciones de financiación limitaban nuestro alcance”. La campaña nacional cambió por completo esta situación, garantizando un enfoque más sistemático y eficaz. “Si ahora visitas Bután“, reflexiona, “te darás cuenta de que todos los perros sueltos por la calle tienen la oreja marcada con una muesca, lo que significa que están esterilizados y vacunados“.

De cara al futuro

Ahora, el reto consiste en mantener el éxito de esta iniciativa. “Para mantener lo conseguido“, nos cuenta el Dr. Pem, “hemos transmitido la responsabilidad a las autoridades locales, que ahora tienen la tarea de mantener la esterilización del 100 % de los perros errantes y garantizar una cobertura de vacunación contra la rabia de al menos el 70 %“. Además, esta iniciativa pretende mantener la vacunación del 100 % de los perros de compañía, especialmente en las zonas de alto riesgo. Se introdujeron cambios normativos con el fin de mantener elevado el porcentaje de cumplimiento de la vacunación, incluidos los requisitos como la utilización de la correa y el microchip para los animales de compañía. Estas medidas legales preparan al país para alcanzar el estatus de libre de rabia en 2030.

Incluso con el abrumador éxito del programa, siempre existen retos que se deben superar. Uno de ellos es la naturaleza transfronteriza de la enfermedad, puesto que, al ser un país sin salida al mar, Bután se enfrenta a brotes ocasionales causados por las incursiones transfronterizas. En 2024, en un esfuerzo por mitigar este problema, se puso en marcha un programa piloto de vacunación transfronteriza en colaboración con los países vecinos. “Si bien mantenemos una colaboración sostenida, su implementación toma tiempo“, explica el Dr. Pem. Aunque no pierde las esperanzas: “Como comunidad mundial, tenemos que cambiar nuestra perspectiva. No podemos pensar únicamente en términos de fronteras nacionales cuando las enfermedades no lo hacen. Una colaboración regional más estrecha es la única forma de avanzar“.

Durante las últimas décadas, los antimicrobianos se han utilizado de muchas maneras no esenciales, como para promover el crecimiento animal. La evidencia científica muestra que el uso irresponsable conduce al desarrollo y la propagación de la resistencia a los antimicrobianos (RAM), una amenaza importante para la salud de los animales y de los seres humanos, con consecuencias económicas significativas. Medir la cantidad de antimicrobianos administrados a los animales es clave para comprender los patrones y tendencias de uso, garantizar el cumplimiento de las normas internacionales sobre uso responsable y, en última instancia, evitar problemas de salud, muertes y pérdidas económicas.

Reconociendo esta necesidad, la OMSA ha publicado su noveno informe sobre los agentes antimicrobianos destinados al uso en animales (Informe del UAM).
Analizando datos que cubren el 71 % de la biomasa animal, el informe revela una reducción del 5 % entre 2020 y 2022, año en que se registró el conjunto de datos más completo. 

Los expertos en salud y los responsables de la toma de decisiones son plenamente conscientes de los riesgos relacionados con la RAM, y se han logrado muchos avances para disminuir su uso innecesario. En septiembre de 2024, los Estados Miembros de las Naciones Unidas firmaron la Declaración Política de la Reunión de Alto Nivel sobre la Resistencia a los Antimicrobianos. Como parte de este compromiso oficial, los países acordaron trabajar para reducir el uso mundial de antimicrobianos en la sanidad animal y la agricultura. Esto implica invertir en la prevención y el control de infecciones, y al mismo tiempo alentar a todos los países a notificar, a través de los sistemas mundiales de vigilancia existentes, datos de vigilancia de alta calidad sobre resistencia y uso de antimicrobianos.

ANIMUSE, la base de datos mundial de la OMSA sobre el uso de antimicrobianos, fue diseñada para recopilar y compartir públicamente datos mundiales y regionales sobre el uso de antimicrobianos proporcionados por las autoridades nacionales de sanidad animal. 

Lo que nos dice el nuevo informe del UAM

El noveno informe del UAM, cuyas conclusiones también se presentan en la edición inaugural del El Estado de la sanidad animal en el mundo, representa un aumento del 6 % en la biomasa animal en comparación con la edición anterior, lo que supone una expansión significativa de la cobertura. La biomasa animal es un indicador reconocido internacionalmente, calculado para analizar e interpretar mejor las tendencias del uso de antimicrobianos.

Utilizada como denominador para las cantidades de antimicrobianos notificadas por los distintos países, permitió a la OMSA estimar que, entre 2020 y 2022, la cantidad de antimicrobianos destinados al uso en animales disminuyó de 102 mg a 97 mg de agentes antimicrobianos por kg de biomasa animal, lo que corresponde a la reducción del 5 % ya mencionada.

El informe demuestra la participación constante de 157 países en la encuesta anual de la OMSA, de los cuales 111 proporcionaron datos cuantitativos sobre el uso de antimicrobianos. Gracias a esta participación, el informe del UAM de este año ofrece nuevos datos interesantes. Por primera vez, fue posible elaborar un análisis separado de los datos de Oriente Medio; además, el informe presenta una comparación entre animales terrestres y acuáticos destinados a la producción de alimentos. La cobertura alcanzó el 47 % de la biomasa animal terrestre y el 64 % de la acuática, lo que mejora la granularidad del análisis y, por lo tanto, la comprensión del uso de antimicrobianos a nivel mundial. 

Tendencias en el uso de antimicrobianos 

La figura ilustra las tendencias regionales del uso de antimicrobianos en animales en las regiones de la OMSA. Todas las regiones mostraron una reducción entre 2020 y 2022, excepto Oriente Medio. Por otro lado, los gráficos circulares muestran el nivel de cobertura de datos por región durante el mismo período, lo que permite poner en perspectiva la representatividad de las tendencias.  

Teniendo en cuenta los datos de 85 participantes que proporcionaron constantemente datos cuantitativos para el período 2020-2022 —lo que corresponde al 62 % de la biomasa animal mundial—, la disminución global del 5 % en el uso de antimicrobianos se refleja en la mayoría de las regiones de la OMSA. África, las Américas, Europa y Asia y el Pacífico informaron reducciones constantes: -20 %, -4 %, -23 % y -2 % respectivamente, mientras que Oriente Medio registró un aumento del 43 %. Sin embargo, los expertos de ANIMUSE señalaron que el uso de antimicrobianos en esta región es el más bajo de todos, representando solo el 0,3 % de la biomasa mundial y el 0,04 % de las cantidades globales notificadas. 

Aún no se ha logrado el cumplimiento total del uso responsable

Las normas, directrices y recomendaciones internacionales de la OMSA no reconocen el uso de antimicrobianos con fines de promoción del crecimiento como un uso responsable, y alientan a los países a eliminar por completo esta práctica. Aunque el informe muestra que el 71 % de los participantes en la encuesta han dejado de utilizar este método, el 22 % continúa haciéndolo. Entre los encuestados que utilizan promotores de crecimiento en animales, el 7 % informó el uso de al menos un antimicrobiano clasificado como de máxima prioridad y de importancia crítica para la salud humana, como la colistina, la enrofloxacina y la fosfomicina. 

El uso de antimicrobianos para aumentar la productividad animal en lugar de tratar, controlar o prevenir infecciones es sumamente peligroso, ya que puede contribuir a la RAM. Esto ocurre cuando los microorganismos se adaptan y se vuelven resistentes al tratamiento, lo que hace que las infecciones sean más difíciles —o incluso imposibles— de curar. Como resultado, cuando los animales o los humanos realmente necesitan antimicrobianos para tratar infecciones, el tratamiento puede dejar de ser eficaz debido a esta resistencia.

Se necesita actuar contra la resistencia a los antimicrobianos ahora 

En 2022, año de los datos presentados en el informe, la resistencia a los antimicrobianos fue responsable directa de 1,15 millones de muertes humanas. Las proyecciones muestran que, sin medidas, las bacterias resistentes a los medicamentos podrían causar 38,5 millones de muertes humanas entre 2025 y 2050, lo que supondría una cifra anual un 60 % más alta que la actual, con una carga para la salud humana especialmente grave entre las personas mayores y en los países de ingresos bajos y medianos. 

Por todas estas razones, es fundamental actuar contra la resistencia a los antimicrobianos, empezando ahora, mediante la reducción del uso de antimicrobianos en los animales, para garantizar un mejor bienestar y salud tanto para los animales de granja como para las personas. Un esfuerzo coordinado y oportuno, desarrollado con un enfoque de “Una sola salud”, es la única manera de salvar vidas y recursos

Existen muchas formas de evitar el uso innecesario de antimicrobianos. Una buena gestión ganadera y la bioseguridad son esenciales y nunca deben sustituirse por el uso de antimicrobianos. Los agricultores y los responsables políticos deben priorizar la prevención, especialmente mediante la inversión en vacunación, ya que esta puede ayudar a prevenir enfermedades y reducir la necesidad de tratamientos antimicrobianos. 

La OMSA seguirá estando a la vanguardia de los esfuerzos para reducir la RAM, trabajando junto a sus Miembros y abogando por sistemas nacionales de vigilancia bien dotados de recursos. La recopilación, el intercambio y el análisis de datos son esenciales para reducir el uso de antimicrobianos y tomar decisiones basadas en la ciencia y en pruebas concretas para un futuro más saludable. 

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